MORFOLOGÍA URBANA
(Tercera Parte)
Leonardo Miño Garcés
7. LA FACHADA URBANA: LOS LIENZOS
VERTICALES DE LAS FACHADAS Y LA COMPOSICIÓN DE LA VOLUMETRÍA URBANA
El resultado, o urdimbre final de la superposición de
todas las mallas anteriores se expresa con más fuerza en la fachada urbana (o
es más evidente a la población), aquella que se conforma en el lienzo vertical
total entre dos calles, pero que puede abarcar ámbitos más amplios de composición
(o descomposición) morfológica, los mismos que expresan una identidad propia de
los ciudadanos o, infortunadamente, de carencia de la misma o de precariedad
cultural.
Aquellos efectos o evidencias implican una enorme
responsabilidad de los arquitectos, diseñadores urbanos, técnicos y autoridades
municipales, principalmente en el diseño pero también en la formulación de
regulaciones urbanas referidas a la imagen de la ciudad. Pero el peso
fundamental recae en la educación, formación y fortalecimiento de la identidad
cultural de la población, ya que solamente así aquella demandará calidad a sus
profesionales y autoridades.
Por lo mismo, es altamente equivocado y lamentable
que algunos arquitectos sostengan que la ciudad es como una pared: “una
sumatoria de ladrillos”; o sea que no es más que una aglomeración de unidades
iguales, puestas una junto a la otra o una sobre la otra sin otro orden que la
estabilidad.
La imagen urbana es la presentación de la cultura,
identidad e idiosincrasia de su gente y, si no tiene singularidad ni
personalidad es un reflejo de que la gente que la habita tampoco la tiene, sino
que existe únicamente preocupada de su supervivencia biológica, o que vive en
tal nivel de precariedad que su tiempo y recursos sólo le alcanzan para aquella.
Otra razón de esta falta de identidad puede ser (y frecuentemente es) que la
población y sus arquitectos tienen una actitud vergonzante respecto de su
cultura, y quieren asimilarse a una extraña, parecerse a ella, simular
pertenecer a ella.
A la última explicación indicada ha llevado el
denominado “estilo internacional” de la arquitectura, y la malhadada
“globalización” de la cultura, que quiere que todos los seres humanos pensemos
igual, vivamos igual, vistamos igual, disfrutemos de los mismos espectáculos
por más escabrosos, horrendos y paupérrimos que sean, consumamos lo mismo y nos
sintamos contentos con ser esclavos del mismo sistema.
Así de importante es la imagen urbana, ya que expresa
de manera tangible la cultura de la gente.
Veamos algunas imágenes que ilustran lo expuesto.
7.1. IDENTIDAD: conjuntos homogéneos, existencia de trazados
ordenadores.
Montmartre, París. Ibarra, Ecuador. La edificación de la derecha rompe la homogeneidad.
Bremen, Alemania.
Colmar, Francia

Lübeck, Alemania.
Como puede apreciarse en los pocos ejemplos de
imágenes presentadas, en cada una de ellas existe una composición plástica
urbana formada por la imagen de un conjunto homogéneo, a pesar de que cada
construcción es diferente. Lo cual se ha logrado, primero, por la regulación de
la altura de edificación; pero fundamentalmente por la existencia de trazados
ordenadores del conjunto, que pueden ser, o los cumbreros, o las líneas de los
aleros de los tejados, o los dinteles de puertas y ventanas, las alturas de los
pisos o, y lo que es más interesante y enriquecedor de la imagen urbana, la
textura de las fachadas. Es interesante ver que los colores o los materiales
pueden variar, pero se mantiene el conjunto homogéneo. Todo lo cual revela la
existencia de una cultura identitaria en la población, una apropiación de SU
espacio, como propio; una asimilación de las personas a su entorno urbano, del
cual se sienten parte integrante, es parte de sí mismos, lo defienden y no
toleran su destrucción.
7.2. RUPTURAS: cuando, por diversas
circunstancias, se rompe la unidad y la homogeneidad del conjunto.

A continuación se presenta una secuencia
fotográfica en la cual se muestra cómo se ha producido una amplia ruptura de
una fachada urbana homogénea, solamente conservando la altura de edificación,
pero rompiendo totalmente la composición y provocando un conjunto monótono y
carente de interés. Predomina la monotonía, lo que se enfatiza
(involuntariamente) cuando al final se produce la continuidad de la altura de
edificación.



Al terminar el larguísimo conjunto de
bloques idénticos se marca la línea de la altura de edificación del conjunto
original. El contraste realza o enfatiza la riqueza e interés del conjunto
original.
El ejemplo anterior
demuestra que no es la altura de edificación lo que determina la existencia de
un conjunto homogéneo y armónico; sino que son las proporciones horizontales y verticales
y la textura de los lienzos de fachadas.
7.3.
MONOTONÍA: además del ejemplo anterior, vamos a presentar un caso de
monotonía en un conjunto homogéneo.
Se ha mantenido la altura de edificación,
las proporciones horizontales y verticales y los trazados ordenadores que
integran al conjunto, pero la repetición del mismo diseño ha provocado
monotonía y pobreza en la imagen resultante. Ese diseño puede provocar
problemas sociales y sicológicos en los residentes, hastío y deseo de
marcharse. Los niños pequeños tienen problemas para identificar SU HOGAR, etc.
7.4.
COLOR: una fachada urbana abigarrada no necesariamente deja de conformar
un conjunto homogéneo, incluso puede ser que lo destaque.

(Fin de la Tercera Parte)