martes, 7 de junio de 2016

LA PLANIFICACIÓN URBANA INTEGRAL Y SOSTENIBLE


 LA PLANIFICACIÓN URBANA INTEGRAL Y SOSTENIBLE
Capítulo 1

Leonardo Miño Garcés, Arq. PhD.

LA RAZÓN DE SER DE ESTA SERIE DE ARTÍCULOS
            Actualmente el 54% de la población mundial habita en ciudades.
            Para al año 2050, las Naciones Unidas proyectan que ese porcentaje será de casi el 75%, eso significa cerca de 5,6 billones de personas viviendo en ciudades.
            La mayoría de ese crecimiento ocurrirá en el sur del planeta, en los países llamados en vías de desarrollo. En esas economías, 3 de cada 5 personas vivirán en áreas urbanas para el año 2030, o sea dentro de apenas 14 años. Y actualmente en esos países las ciudades ya están saturadas de pobreza, hacinamiento, carencia de servicios básicos, inseguridad y desempleo, además de la sobrecarga en los sistemas de infraestructura y transporte. Todo lo cual significa que billones de personas están inermes ante los riesgos del cambio climático: inundaciones, sequías, incendios forestales, escasez de agua y de alimentos, olas de calor, atmósfera contaminada y aumento de los vectores de enfermedades. Esa realidad hace que UN-HABITAT proyecte que dentro de 3 décadas, 1 de cada 3 seres humanos vivirá en casi la total miseria: con carencia de saneamiento y agua potable, impulsando la propagación de enfermedades y posiblemente disparando la próxima pandemia global.[1]
            Cada día nacen 220.000 niños, o sea que la humanidad debe, desde ya, construir una ciudad para 1 millón cien mil personas, totalmente equipada y funcionando, CADA CINCO DÍAS. Obviamente eso no ocurrirá. De manera que, empeorando la situación actual indicada arriba, esos billones de niños tienen asegurada una vida de miseria. ¿Para eso los traemos al mundo?

LOS CONTENIDOS DE LA PLANIFICACIÓN URBANA
¿Qué significa “integral”?
¿Qué significa “sostenible”?
¿Se requiere de una Definición de Planificación Urbana Integral y Sostenible? Mejor que redactar una definición es aplicarla, de manera que esta serie de artículos aplica la definición. Todos los elementos contenidos en la serie integran un sistema, el cual es la Planificación Urbana Integral y Sostenible. De manera que al leer y estudiar las serie completa de artículos el lector podrá comprender por sí mismo lo que constituye la Planificación Urbana Integral y Sostenible.

LOS FACTORES QUE DETERMINAN LA SOSTENIBILIDAD GLOBAL, serán justamente los contenidos de la serie de artículos.
1.     Alimentación.
2.     Contaminación:
2.1.         Atmosférica,
2.2.         Del suelo,
2.3.         Del agua: mar, ríos, arroyos, lagos, corrientes subterráneas.
3.     Población
4.     Acumulación del capital, distribución de la riqueza, empleo.
5.     Seguridad
6.     Salud
            Para asegurar la sostenibilidad de esos seis factores (a saber), se analizarán los contenidos de la Planificación Urbana tradicional, tales como: extensión necesaria del territorio habilitado, delimitación urbana, densidad poblacional y constructiva, uso y ocupación del suelo, vivienda, equipamiento urbano, movilidad, infraestructura, morfología, gestión urbana, etc. Es decir que los objetivos son los primeros, mientras que los instrumentos de la planificación para lograrlos son estos últimos.

El objetivo de la planificación urbana
            Los Municipios, ¿trabajan para la ciudad como ámbito construido, o para sus habitantes? Hay mucha diferencia entre ambos objetivos, porque si lo hace para los habitantes, tendría que cambiar radicalmente su ámbito de intervención, como se va a exponer a continuación.
            ¿Cuál es el objetivo de la Planificación Urbana, y de toda planificación? ¿El ordenamiento del territorio? o ¿La calidad de vida de su población? La respuesta parece obvia, pero la experiencia histórica demuestra que no lo es. En efecto, en casi todos los planes la población solamente aparece en cifras, que luego supuestamente sirven para dimensionar los espacios. O sea que el objetivo final de ese tipo de planificación es ordenar el espacio.
            La idea que guía esta serie de artículos es que el espacio solamente es un instrumento para que la vida de la población alcance máximos niveles de calidad. De manera que la población debe ser el centro y único objetivo de la planificación. En función de lo anterior, ¿cuál debe ser el primer objetivo de la planificación urbana?

1. Garantizar la soberanía alimentaria de la población urbana actual y futura en calidad y cantidad.
         1.1. Mediante la participación en la planificación del ámbito regional,              nacional e internacional.        
    
“Según el IPCC el abastecimiento mundial de alimentos ya está en riesgo; y el colapso de los sistemas alimentarios es la mayor amenaza del cambio climático”[2]
           
            La primera cifra necesaria para la planificación de la seguridad alimentaria de los habitantes de la ciudad es esta: según el Programa Mundial de Alimentos cada persona requiere 2.100 calorías diarias para tener una vida mínimamente saludable. Esa es la demanda que los Municipios tienen que asegurarse de suministrar a sus habitantes. Multiplicada por el número de habitantes y distribuida proporcionalmente entre las variedades de tipos alimentos de acuerdo con las costumbres y la cultura de cada ciudad, se conocerá los alimentos que deben ser provistos diariamente.
            Luego, para garantizar la soberanía (o, por lo menos la seguridad), alimentaria de los habitantes de la ciudad, habrá que empezar por estudiar el ámbito territorial (por lo menos nacional) en el que se producen aquellos alimentos necesarios para la población actual de una ciudad. Y ese ámbito territorial es cada día más escaso:

“El suelo disponible para la producción de alimentos,  del planeta, ya está copado” (op.cit)

            ¿Cuál es el estado actual y el futuro productivo de esas zonas? Dada la situación actual en términos de productividad, calidad actual y potencial de los suelos, características ambientales actuales y proyectadas, etc., se tiene que planificar para asegurar que la calidad y cantidad de los alimentos que en aquellos se cosechan serán las suficientes y necesarias para la población futura de la ciudad.
En posesión de ese conocimiento científico, que la tecnología actual ya está en capacidad de suministrar, habrá que elaborar políticas, planes, programas y proyectos para garantizar a la población futura de la ciudad o distrito su seguridad alimentaria.
De manera que cada Municipio deberá trabajar con los organismos estatales nacionales y regionales respectivos para lograr aquello. Es el Municipio el que constituye la demanda y trabaja con el Gobierno para asegurar la oferta.

“Lo que se come en una región tiene un profundo impacto ambiental en las regiones donde se producen esos alimentos… en las ciudades se desarrollan prácticas y costumbres alimentarias derrochadoras, excesivas y que desperdician enormes volúmenes de alimentos… 25% de las calorías producidas y 50% del peso total de los alimentos se desperdicia antes de que pueda ser consumido…”[3]
           
            En nuestros países esos desperdicios se producen en los hogares, restaurantes, supermercados, y en el proceso entre el agricultor y el mercado, por almacenamiento y transporte ineficientes.

“El desperdicio de comida implica el de agua, energía, combustible, sustancias químicas, tierra y trabajo que se emplearon en producirla… La comida que se desperdicia en el mundo podría alimentar a 3.000 millones de personas” (Op.Cit)

“Hay que priorizar el consumo de alimentos producidos localmente sobre los de procedencia lejana, para reducir los costes de transporte y aprovisionamiento”

            De esas evidencias se desprende la necesidad de políticas alimentarias en las ciudades, las cuales son parte de la planificación urbana.

“A medida que aumenta la escasez se reducen las reservas. La FAO ha establecido una reserva mínima de seguridad de 70 días de consumo”

            Los municipios, ¿tienen establecida esa reserva mínima y tienen construidos y adecuadamente distribuidos, libres de riesgos de distintos tipos, los espacios de almacenamiento de esas reservas, las actividades de mantenimiento y rotación correspondientes?
Adicionalmente, es el Municipio el que, vistas las deficiencias o carencias productivas nacionales, deberá planificar y tramitar la importación desde el exterior de los alimentos que garanticen la seguridad alimentaria de sus habitantes.

1.2. Mediante la actuación directa en el territorio del Municipio
La tercera fuente de producción de alimentos para los habitantes de la ciudad está en el interior de la circunscripción territorial de la misma, de manera que es el Municipio el responsable de asegurar su disponibilidad y uso. Y en toda ciudad existen, por lo menos, seis áreas disponibles para la producción de alimentos, a saber:
1.     Terrenos vacantes. La inversión que ha realizado la sociedad urbana para habilitar los terrenos vacantes autoriza a la Municipalidad a exigir a sus propietarios o, en caso de que estos no lo deseen o no estén en capacidad de hacerlo, dar uso productivo a los mismos. Mucho mejor que destinarlos a parqueo de vehículos es ponerlos a producir los alimentos que la población necesita.
2.     Terrenos baldíos. Los terrenos que se encuentran dentro de la circunscripción municipal y que no estén habilitados con infraestructura, y que son fuente de contaminación al ser depósito de basura, guaridas de roedores y malandrines, pueden y deben ser puestos al servicio de la ciudad como áreas productivas.
3.     Áreas de borde. Uno se los principales problemas de las ciudades, y que facilita en gran medida la especulación inmobiliaria y la expansión del área urbana, son los áreas de borde o adyacentes al área habilitada. En efecto, al no ser productivas, y dado el alto precio del suelo y de la construcción en el interior, estas tierras, por su bajo costo comparativo, son fácilmente aprovechadas por la especulación y van paulatinamente incorporándose al área urbana, sea en forma de conjuntos privados cerrados, “cooperativas” de pobladores o barrios marginales. Una de las soluciones es integrarlos en la circunscripción municipal pero como áreas productivas de alimentos, con lo cual se eleva su precio y se impide que sean urbanizadas.
4.     Terrazas de los edificios.[4] En varias ciudades del mundo los mismos supermercados, están habilitando las enormes terrazas de sus instalaciones para cultivar alimentos, que luego ellos mismos venden a precios comerciales.


Montreal: vista aérea del vivero instalado en el techo de una fábrica.

5.     Huertos familiares. En los retiros de los lotes unifamiliares y multifamiliares.


http://www.marinafigueroa.com/category/jardines-comestibles/page/2/

6.     Cultivos hidropónicos en el interior de grandes instalaciones cubiertas.

Los israelíes cultivan verduras orgánicas en una revolucionaria terraza en el centro de Tel Aviv.
           
            En los terrenos vacantes, baldíos y áreas de borde, una de las alternativas que se han puesto en práctica con éxito en algunas ciudades es arrendar simbólicamente a personas de la tercera edad para que cultiven esas tierras, en pequeños lotes de superficie acorde con la posibilidad de cada quien.

http://costadelsoldigital.com/2016/02/16/la-tercera-fase-de-los-huertos-urbanos-de-las-lagunas-cuenta-ya-con-aseos-y-un-cuarto-de-aperos/

            Los Municipios deben incentivar a sus ciudadanos a que adopten estas prácticas mediante incentivos tributarios, reducción en la tarifa del agua potable, etc., además del obvio beneficio personal de contar con alimentos sanos, frescos y baratos; y del beneficio económico de venderlos a precios competitivos.

“El ayuntamiento vuelve a convocar los huertos urbanos para mayores”. 

LAMG/2016-06-07




[1] CENTURY OF THE CITY: no time to lose. The Rockefeller Foundation. Pág. 7.
[2] National Geographic en Español, Octubre 2014.
[3] ngenespanol.com/comida
[4] https://www.facebook.com/pages/Avances-cient%C3%ADficos-Science-and-technology-in-Israel/1529759407283783