viernes, 26 de enero de 2018

DESARROLLO CIENTÍFICO Y TECNOLÓGICO Y NIVEL EDUCATIVO DE LA POBLACIÓN

UN PAÍS CON UNA POBLACIÓN MAYORITARIAMENTE IGNORANTE, ¿PUEDE LOGRAR UN DESARROLLO CIENTÍFICO Y TECNOLÓGICO MUY AVANZADO?


            Desde diciembre del 2017 la Sierra ecuatoriana está experimentando un invierno muy crudo, con tempestades copiosas, fuerte carga eléctrica, cielos cubiertos por densas nubes y neblina y, fundamentalmente, bajas temperaturas, muchísimo frío.
            Son tan densas las nubes y neblina que a duras penas uno puede distinguir la punta de su propia nariz, no se ve nada, por lo que solamente queda ver los propios pensamientos.
            En estas circunstancias, a aquellos a los que la sociedad decidió que ya somos desechables, y no nos quieren en el trabajo, solamente nos queda reflexionar, y lo hacemos con frecuencia porque nos hemos apropiado de las siguientes aspiraciones:

Preferiría comprender una sola causa que ser Rey de Persia.
Demócrito de Abdera
Citado en COSMOS, Carl Sagan. Pág. 167.
Me gustaría saber qué es lo cierto. No me gusta no saber.
COSMOS, Carl Sagan. Pág. 172.

            Me he puesto a pensar que tenemos un océano de agua sobre nuestras cabezas, en forma de nubes y neblina. Interesante, estamos viviendo bajo el agua, bajo un inmenso volumen de agua. Y el agua en el Planeta Tierra no aumenta ni disminuye, tiene un volumen estable desde que se formó hace alrededor de 4.000 millones de años, porque las condiciones para que se unan dos átomos de hidrógeno con uno de oxígeno para formar una molécula de agua, que requerían la presencia de una enorme cantidad de energía y calor, ya no existen en este Planeta ni existirán nunca jamás, a saber.
            Entonces, ¿de dónde procede tanta agua? Es obvio que está siendo extraída de otro lugar del Planeta mediante evaporación, y está siendo transportada hasta aquí por los vientos (lo que supone que en su lugar de origen se está produciendo calor en la superficie y frío en las capas altas de la atmósfera) y por la rotación de la Tierra. De manera que hay una alteración de las condiciones meteorológicas “normales” en los sitios de origen y destino de ese volumen de agua. Por lo tanto es necesario que disminuya la frecuencia y volumen de lluvias en esas regiones[1] para que haya exceso de agua sobre nuestras cabezas aquí.
            Por último, ¿por qué hace tanto frío? Porque las moléculas de agua tienen la propiedad de extraer calor del medio en el que se encuentran y de los objetos que las rodean; en el caso de la neblina y de las nubes, lo extraen del suelo bajo ellas y de los rayos del sol, y lo almacenan por algunas horas sin que su propia temperatura suba de manera significativa. Por eso hace frío.
            En síntesis, hay un calentamiento global que produce esos fenómenos, calor que se difunde por la atmósfera de todo el Planeta de manera diferenciada, tanto según las estaciones del año (generadas por el movimiento de precesión de los equinoccios, que inclina el eje de la tierra respecto del plano de la eclíptica alrededor de 23.5º), como según las condiciones de altitud, latitud y longitud de la zona de que se trate.
            Bueno pero, ¿qué produce ese calentamiento global? La ciencia está ya de acuerdo en que dicho calentamiento es originado por las actividades humanas, especialmente la quema de combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas natural); lo que, una vez sobrepasado el umbral de la concentración de 400 ppm (partes por millón en volumen) de CO2 en la atmósfera, hemos entrado en una fase de no retorno que genera una retroalimentación positiva, lo que significa que la ruptura de la capacidad de la Tierra para recuperar su equilibrio de supervivencia de las condiciones de la vida (tal como la conocemos) ya es irreversible.
            Claro que todavía hay empresas que, luego de acumular pantagruélicas fortunas por aquellas actividades están invirtiendo centenares de millones de dólares en negar que sean ellas las causantes del desastre. A esas empresas y a sus propietarios, Stephen Hawking les mandó un mensaje: “A aquellas personas que niegan que el calentamiento global existe y que es provocado por las actividades humanas, yo las enviaría a experimentarlo en Venus, y yo pagaría los pasajes” (https://amp.ibtimes.co.uk/i-will-pay-fare-stephen-hawking-wants-send-climate-change-deniers-venus-1655075?__twitter_impression=true).
            El lector que todavía no se haya aburrido y abandonado la lectura se preguntará: ¿Y eso, qué diablos tiene que ver con el título del artículo?
            Vamos a ver: el 20 de enero del 2017, en el discurso de investidura como Presidente de los EEUU, Donald Trump pretendió burlarse de los científicos que demuestran tanto la existencia del calentamiento climático como de que este es causado por las actividades humanas, con una de sus frases típicas, de extremada ignorancia y estupidez a las que nos tiene acostumbrados, dijo aproximadamente lo siguiente. “¿Cómo hablan del calentamiento global si aquí nos estamos congelando del frío?”. Lo que provocó que decenas de miles de personas presentes en dicho acto, más otras centenares de miles que lo veían a través de sus aparatos de televisión estallaran en carcajadas, vítores, bailes y aplausos. Lo que demuestra la validez de la primera frase del título del artículo: “una población mayoritariamente ignorante”.
            Veamos otra demostración de la validez de la primera frase del artículo. En el canal de televisión alemana DW se presentó hace pocos días una investigación periodística con el título: “JUEGO SUCIO: cómo Trump ganó las elecciones”. Dicha investigación descubrió que un multimillonario de la ciudad de Los Ángeles compró una gigantesca empresa de informática, la cual robó, compró (especialmente de Facebook) y copió la información personal de millones de votantes, de manera que los llegó a conocer más que sus amigos, su familia, sus cónyuges y más que sí mismos; especialmente se interesó en los miedos, frustraciones, temores, anhelos, deseos, etc., de esos votantes y se dedicó a enviarles mensajes personales subliminales frecuentes (a cada uno)  y que (tal vez para evitar que fueran rastreados) se borraban apenas eran leídos. De esa manera influyó o tomó posesión de las decisiones electorales de esos votantes y los condujo mansamente, como borregos al matadero, a votar por Trump. Más aún, aprovechándose del defectuoso, falso y mentiroso sistema “democrático” de los EEUU, aquella empresa de informática concentró su campaña en los Estados con más delegados electorales y puso a Trump en la Presidencia, a pesar de que obtuvo 3 millones de votos menos que Hillary Clinton.
            Otra demostración de la validez de la primera frase del artículo: En casi todos sus libros, Carl Sagan se queja del bajísimo nivel cultural y del deficiente sistema educativo de los EEUU, para rematar lo cual indica que únicamente dos presidentes de dicho país han tenido conocimientos científicos.
            Ahora voy a abordar la segunda frase del título del artículo. Es evidente e innegable el impresionante desarrollo científico y tecnológico de los EEUU, creo que no hace falta mencionar cifras que lo demuestren. De manera que, ¿cómo se explica o resuelve esa paradoja?
            Voy a proponer una hipótesis: lo que ocurre es que aquel desarrollo científico y tecnológico es producido por una pequeña élite de brillantes cerebros que pueden acceder a las universidades y trabajar en sus centros de investigación. La educación universitaria en ese país es extremadamente costosa, y las exigencias muy duras; pero las universidades disponen de enormes recursos económicos, son propietarias de acciones en empresas de alta rentabilidad[2] y, además de ello, desarrollan investigaciones financiadas por empresas privadas de tecnología de punta. Todo ese potencial económico permite a las universidades otorgar becas a estudiantes brillantes, estar en capacidad de montar laboratorios de investigación de alta tecnología y pagar muy bien a sus profesores los cuales, con excepciones que confirman la regla, no son escogidos de entre los amigos y parientes de los rectores y decanos. Además, son dirigidas con absoluta independencia del poder político del país. Esto supone que las universidades de los EEUU son como enclaves, independientes e insólitas en un medio mayoritariamente de bajo nivel intelectual y cultural. Por supuesto que no faltan universidades mediocres, pero esas no vienen al cuento.
            Acabo de encontrar (2018-01-20) una información que parece confirmar mi hipótesis:
“A 10 kilómetros de Washington D.C. hay un pequeño pueblecito llamado Bethesda que pasaría por ser el típico suburbio estadounidense de clase alta si no fuera porque está pegado a un campus de investigación donde trabajan 6.000 científicos aglutinados en 27 institutos que cubren todas las áreas de la medicina, y por el que a lo largo de su historia han pasado 115 premios Nobel. Los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) de Estados Unidos no son una universidad, ni una institución hospitalaria; son un centro dedicado exclusivamente a la investigación científica y que se encarga de gestionar los más de 30.000 millones de dólares que el gobierno estadounidense invierte cada año en investigación en biomedicina. El 20% de ese dinero se gasta directamente en esa torre de Babel de las ciencias de la salud, el resto se reparte en becas de investigación por centros de todo Estados Unidos, y un 0,0001 por ciento constituía mi salario durante el par de años que trabajé a tiempo parcial en su Departamento de Comunicación” (EL LADRÓN DE CEREBROS, Pere Estupinyá, página 47).
            Como colofón de este análisis vale dejar planteada una pregunta, de respuesta obvia pero que merece un análisis prolijo, que dejo para un futuro próximo:
UN PAÍS CON UNA POBLACIÓN MAYORITARIAMENTE IGNORANTE, CON UN SISTEMA  EDUCATIVO ALTAMENTE DEFICIENTE EN TODOS SUS ÓRDENES Y NIVELES, Y CON UNIVERSIDADES SECUESTRADAS POR EL ESTADO CON EL BENEPLÁCITO DE SUS MEDIOCRES AUTORIDADES, ¿PUEDE LOGRAR UN DESARROLLO CIENTÍFICO Y TECNOLÓGICO MUY AVANZADO?
            Algunos lectores advertirán que me voy a referir a un país con nombre de línea imaginaria y realidad de terror y vergüenza.

Leonardo Miño Garcés. 2018-01-19





[1] Por ejemplo, la enorme Ciudad del Cabo (Cape Town) en Sudáfrica, este momento está sufriendo una extremada sequía, lo que obligará a su población desde el primero de febrero a reducir el consumo diario por persona a 50 litros, lo que significa una disminución del consumo en un 45%, mientras el uso de agua en la agricultura deberá reducirse en un 60%. Cape Town Could Be 1st Major City in World to Run Out of Water After 90-day Warning. https://t.co/dXPs1kvvcp


[2] Actualmente hay un fuerte movimiento para pedirles y exigirles que retiren sus inversiones de las empresas del petróleo, el carbón y el gas natural, y se está teniendo éxito en el empeño.