sábado, 6 de marzo de 2021

CARTA AL SR. GUILLERMO LASSO Y A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

CARTA ABIERTA AL SR. GUILLERMO LASSO,

A LOS COMUNICADORES SOCIALES,

A LOS ACCIONISTAS Y DIRECTORES DE LOS PERIÓDICOS,

ESTACIONES DE RADIO Y

CANALES DE TELEVISIÓN DEL ECUADOR

 




Distinguidos señores:

La historia reciente del Ecuador es demasiado vergonzosa como para pensar que haya sido olvidada por los millones de ciudadanos que votaron el 7 de febrero de este año por candidatos ineptos para gobernarlo; y que hayan olvidado a los principales responsables del descalabro y la tragedia. En consecuencia, el que hayan hecho aquello solamente puede ser explicado por dos razones: que se encuentran sumidos en la extrema miseria y en la mentira.

            El primer problema es resultado de la pésima actuación de los últimos once presidentes que han desgobernado el país (mayo 1981-febrero 2021). Nada más entre mayo de 1981 y enero del 2000 la inflación subió de 1,5% a 96,9%; el dólar subió de 53,71 sucres a 25.000; el salario mínimo bajó de 86,23 dólares a 5,76, entre otras cifras que demuestran lo afirmado. Pero también es culpa de las principales fuerzas y poderes económicos y de la comunicación.

            El segundo problema es generado por los presidentes, reproducido o socapado por los medios de comunicación y actualmente por las redes sociales con la complicidad de los ciudadanos instruidos pero que, abúlicamente, se limitan a actuar como correas de transmisión de las mentiras.[1]

            Este artículo se refiere específicamente al enfrentamiento de este segundo problema: hay que rescatar de la mentira, el engaño y el chantaje a la mayoría de votantes.

            ¿No nos da vergüenza que el primer ganador sea un títere de ladrones y el tercero un incendiario de ambulancias? La explicación está en la miseria y las mentiras. La primera empuja a “agarrar lo que se pueda” y la segunda convence de que el ladrón es un redentor.


Un pueblo sin cerebro, con una piedra por cabeza, pero con las manos extendidas pidiendo.


Vamos a ver. Empiezo por usted, Sr. Guillermo Lasso. ¿Cómo es posible que dirija una campaña electoral y no sea capaz de recordar a la mayoría de votantes que la miseria en que deambulan es causada, de primera mano, por el jefe de la banda que ha escogido simplemente a uno de sus menores miembros para derrotarle a usted? Ni siquiera tiene que investigar nada para tener a mano los datos y cifras que lo demuestran, basta con que se las solicite a los doctores Diego Delgado Jara y Fernando Villavicencio (con seguridad no le van a cobrar nada por proporcionárselas).  Le pongo uno de los ejemplos más descarnados: los queridos y respetados ciudadanos de Manabí (un pueblo esforzado y trabajador) vieron cómo su provincia quedaba destruida por el terremoto de abril del 2016 y que el dinero que puso el país para la reconstrucción desapareció en los bolsillos de la banda mencionada y, sin embargo, votan por el títere de ella. ¡Y usted no es capaz de contratar a un buen diseñador gráfico que con un par de imágenes y una frase recuerde de manera imborrable esa realidad!

            Es por demás obvio que un pueblo sumido en la miseria, que jamás en su vida ha visto ni verá mil dólares juntos, va a vender gustoso su voto por la oferta de tenerlos. El momento mismo en que se formuló ese chantaje, el sujeto que lo hizo debió ser descalificado para seguir siendo candidato. En la ley se establece que el voto debe ser ESPONTÁNEO, lo que significa “que se produce sin intervención o estímulo exterior; que se realiza por propia voluntad, sin estar coaccionado a ello”. Suficiente. Al haber utilizado el chantaje y la coacción para obtener votos, el candidato debió ser descalificado ipso facto. Pero, claro, es más probable que el Sol aparezca cuadrado una mañana nublada a que actúe la justicia en este país. Así que ante esa carencia, usted debió intervenir enérgicamente para solucionarla.

            Y, respecto del chantaje de “regalar” mil dólares, usted debió salir al paso y aclarar a los ciudadanos que el jefe de la banda no tenía que prometer REGALAR mil dólares, sino DEVOLVER 3.529 dólares a cada ciudadano (60.000 millones robados dividido entre 17 millones de ecuatorianos) vote o no por su paniaguado.

            Usted, Señor Lasso, tiene un sinnúmero de argumentos para sepultar la candidatura contraria, entre ellos, la carretera más cara del planeta (Vía Collas), la única refinería invisible del planeta, los cinco dólares por barril de petróleo exportado que se queda en manos de la banda, la inexistencia de vacunas contra las enfermedades que amenazan a los niños recién nacidos, etc., etc., etc.

            ¿Por qué no lo hace? No hace falta más que solicitar todos los datos a los dos ciudadanos ejemplares mencionados arriba, contratar a unos buenos diseñadores gráficos, expresar cada tropelía con una o dos imágenes o fotografías y una sola frase lapidaria; reproducir esos mensajes por todos los medios impresos y de ondas electromagnéticas y de manera atosigante para que no quede a nadie duda de que los ladrones no volverán y no pueden “hacerle pendejo” al ciudadano ofreciéndole “regalar” una cantidad 3,5 veces menor de la que deben DEVOLVER.

            Señor Lasso, si el candidato de marras triunfa, el primer responsable es usted, porque más que aquel haya triunfado, la causa es que usted habrá perdido. Y perder cuatro veces, ya da para pensar, ¿no lo cree así? ¿Cómo va a perder ante un contrincante tan débil y purulento, que reúne en sí todos los defectos y culpas demostradas con cifras incontrastables, que chorrea barbaridades por todos los poros?

            ¿No ha escuchado usted ese aforismo popular: “más vale pájaro en mano que ciento volando”? Un pueblo empobrecido, obviamente que va a preferir recibir mil dólares contantes y sonantes que la oferta de “creación de empleo”; la misma que, en caso de cumplirse tomará su tiempo y supondrá un largo y tortuoso camino para conseguir “un puestito” que, si lo logra, será previa la entrega de una coima.

            Si usted vuelve a perder, Sr. Lasso, tal vez personalmente lo peor no será eso, sino que uno de sus nietecitos le diga: “No, gracias, abuelito, no me hagas el desayuno, porque has de quemar la leche y las tostadas, has de poner sal en el jugo de naranja y has de romper la yema de los huevos fritos, dejá no más”. ¡Eso va a ser muy triste!

            Mire Sr. Lasso, le ofrezco una solución adicional: en un artículo anterior[1]yo formulé 21 preguntas a ser respondidas por los 16 candidatos a la presidencia; por supuesto que nadie aceptó puesto que era una prueba definitiva e incontrastable de si están o no capacitados para dirigir al país, y habría evitado el concurso de ofertas mentirosas. Se lo ofrezco en bandeja, desafíe usted a su contrincante a un debate en cadena nacional de radio y televisión para que ustedes dos respondan con cifras a cada pregunta, sin escenas de comedia, gritos ni alharacas, concreta, fríamente y con cifras. Va usted a ver cómo su adversario “se hace en los pantalones” ante todo el país. Confío en que a usted no le pase lo mismo.

            Hay una situación que, le confieso, me cuesta trabajo entender[2]: muchísimos ciudadanos conscientes, responsables y amantes de su patria, junto con la Fiscalía y la Contraloría, alarmados ante los resultados de los tres últimos escrutinios presidenciales (dos entre usted y Lenin Moreno y el último del 7 de febrero) solicitan la auditoría del sistema informático del corrupto CNE (tomado al asalto por el jefe de la banda); pero sorprendentemente, usted y su contrincante se oponen enfáticamente. ¡Pero, Sr. Lasso! ¡Si tres matemáticos independientes demostraron con cifras que usted ganó a Lenin Moreno, pero el CNE utilizando ese sistema informático le robó la Presidencia! Y ahora ocurren hechos similares. Pero ustedes dos indican que de producirse la auditoría se retrasaría la segunda vuelta electoral. ¡Hágame el favor! ¿Acaso prefiere usted que el país retroceda dos siglos a que se retrase la segunda vuelta dos semanas? Y, para colmo y aumento de la sospecha de que ahí “hay gato encerrado”, el Señor Jaime Nebot Saadi[3]-su aliado- aparece de pronto y, con su estilo de siempre, visceral y nada inteligente, anuncia que primero permitirá el Apocalipsis que la auditoría del sistema informático del CNE. Venga, Sr. Lasso, cuéntenos a todos los ecuatorianos qué gato hay encerrado en ese sistema informático para que ustedes tres, que se supone tienen intereses contrapuestos estén ahora al unísono de acuerdo tras aquel objetivo.

            Ahora sigo con los comunicadores sociales, editorialistas de los periódicos y similares. Entre ellos cabe destacar a los señores Marcelo Dotti, Xavier Bonilla y los cronistas de 4pelagatos y de LaPosta. Ustedes han venido desarrollando una importante labor en desvelar entuertos y hablar claro pero, en mi criterio, están “indignando a los ya indignados”, es decir hacen llover sobre mojado al dirigirse a los que saben de sobra y hasta la desesperación y la repugnancia las tropelías del jefe de la banda; pero no llegan ni de lejos a la gran masa de votantes que venden su voto por mil dólares. Al hacerlo, obviamente el éxito de su labor queda disminuido hasta casi desaparecer y su labor es casi inocua. A los que hay que abrir los ojos y la conciencia es a aquellos. Para lo cual habrá que cambiar contenidos, formas, lenguajes y canales de comunicación.

            Y, para terminar, debo referirme a los señores accionistas y directores de periódicos, estaciones de radiodifusión y canales de televisión. Primero, les recomiendo que lean el artículo “Sobre la Prensa”, en el libro CINCO ESCRITOS MORALES, de Umberto Eco.[4]Segundo, estos medios de comunicación colectiva fueron avasallados, enjuiciados, vejados en las vergonzosas “sabatinas”, perdieron juicios y dinero gracias a sentencias de jueces venales, quebró uno, se expropiaron otros, etc., en la dictadura del jefe de la banda. Sin embargo, parece que han olvidado todo, que no pasó nada (O, ¿realmente no pasó nada y todo fue un perverso engaño al país?) porque a pesar del enorme poder de comunicación que tienen no influyen sobre nada en nadie, no “crean opinión”, son banales, comerciales, inútiles en cuanto a suscitar o estimular algún impacto en la cultura. Supongo que responderán con el lugar común (desvirtuado en el artículo mencionado de Umberto Eco) que se “limitan a publicar noticias objetivas”, eso es un adefesio válido para engañar a los eternamente engañados.

            Así que, hablen serio, si estos medios no publican en primera plana, todos los días, a todo lo ancho de la misma -tratándose de los periódicos, o en hora de máxima audiencia de las radiodifusoras y estaciones de televisión- las tropelías criminales del jefe de la banda es que están de su lado embozadamente y tendrán que asumir su parte de culpa en el descalabro futuro del país. Y, ojo, que no estoy sugiriendo que hagan propaganda por el otro candidato, sino simplemente que copien y publiquen las páginas de la negra historia de los últimos CATORCE AÑOS de este desventurado país.

¡CATORCE AÑOS DE DESVERGÜENZA, ROBO Y MISERIA, y millones de descerebrados siguen votando para que continúe!

¡QUE VERGÜENZA DE CIUDADANOS! ¡VENDEN SU FUTURO, EL DE SUS HIJOS, NIETOS Y BISNIETOS POR MIL DÓLARES!



[1]Cómo transformar un concurso de engaños en una elección democrática consciente. 2021-01-09

[2]Es un decir, yo lo entiendo perfectamente y conozco la respuesta a cada una de las preguntas aquí contenidas, pero les concedo el beneficio de la duda y les doy la oportunidad de justificarse.

[3]Autor intelectual del Impuesto a la Circulación de Capitales en 1999 que, al autorizar a los bancos a cobrar tanto por el depósito como por el retiro de dinero, arrojó a millones de ciudadanos a retirar el suyo de aquellos, culminando de esta manera con la quiebra de esas instituciones tramposas. El bobalicón Mahuad se limitó a aceptar esa propuesta, muerto del miedo ante los gritos de Nebot.

[4]Título original: Cinque scritti morali. 1997, RCS Libri S.p.A. ISBN: 978-84-264-1816-6