viernes, 1 de noviembre de 2019

UNA PÁGINA MÁS EN LA TRÁGICA HISTORIA DEL ECUADOR

UNA PÁGINA MÁS DE LA TRÁGICA HISTORIA DEL ECUADOR
LOS SEÑORES FERNANDO PONCE SJ, JAVIER HERRÁN SDB
Y TODAS LAS “UNIVERSIDADES” DEL ECUADOR
Leonardo Miño Garcés
Como es de conocimiento público en los ámbitos nacional y mundial, los mencionados señores ejercen actualmente (2019-10-29) las funciones de rectores de las denominadas Pontificia Universidad Católica del Ecuador y Universidad Politécnica Salesiana, respectivamente.
    Entre los días jueves 3 de octubre y lunes 14 del mismo mes, las indicadas universidades sirvieron de albergue, refugio y base de operaciones a centenares de “indígenas”(1) que invadieron Quito para, supuestamente, exigir la derogatoria del Decreto dictado por el gobierno ecuatoriano (surgido de un fraude electoral) que eliminaba los subsidios a los combustibles.
    Durante esos once días, se paralizó la circulación en gran parte de las carreteras del país, se invadió y paralizó Quito, se destruyó el Centro Histórico de Quito (Patrimonio Cultural de la Humanidad) así como otros sectores en los que se ubican edificios de gobierno; se incendiaron varios edificios, entre ellos el de la Contraloría General del Estado y el del Canal de televisión Teleamazonas; se destruyeron ambulancias y se apedrearon carros de bomberos; se ocupó un pozo petrolero y paralizó el bombeo; se intentó o logró ocupar la planta de tratamiento de agua potable de Quito; se secuestró militares y policías; las FFAA y la Policía nacional trataron, sin éxito, de repeler o controlar los desmanes violentos, obviamente con violencia; todo lo cual desembocó en la paralización del país y –a saber- nueve personas fallecidas, incontables heridos, y multimillonarias pérdidas económicas al Estado y a los particulares. En su extremado estado de demencia, los campesinos obligaron a derramar miles de litros de leche en las calles y en las mismas haciendas. ¿Cuántos niños famélicos hay en este país? Y la mayoría son hijos de los campesinos que impidieron que se comercialicen aquellas decenas de miles de litros de leche, mientras sus "padres" disfrutaban de copiosos desayunos y cenas en las "universidades" jesuita y salesiana.

Uno de los efectos de los desmanes y del odio

    Los campesinos invasores se albergaron en el denominado Parque del Arbolito y en los predios de las “universidades”(2) Católica y Salesiana, desde las que se planificaban las acciones y se salía diariamente a cometer los desmanes indicados muy sucintamente en el párrafo anterior.
    Vamos a ver:
    Si yo doy albergue y comida a un sujeto que utiliza mi casa como base de operaciones para asaltar las casas vecinas, me convierto en cómplice de sus fechorías; si viene la policía, con toda justicia, me encierra en la cárcel. Las dos “universidades” que sostenemos con nuestros impuestos fueron bases de operaciones, centros de planificación de los desmanes y albergue de los asaltantes y destructores de Quito, o sea que los rectores de ellas son cómplices de las fechorías y deben ser encerrados en la cárcel. Desde ellas salieron esos delincuentes a destruir las propiedades de los ciudadanos que pagamos los impuestos que sostienen la existencia de esas "universidades".
    Los rectores de aquellas, las dos personas a las que lamentablemente tengo que mencionar específicamente en este escrito, aducen que su rol fue de “centros de paz y acogida humanitaria durante los días del paro nacional... La acción de la academia se orientó a resguardar la integridad y condiciones de dignidad elementales de familias indígenas, incluidos mujeres (SIC) niños y adultos mayores. Por esto rechazamos las desafortunadas declaraciones del Ministro de Defensa el día 23 de octubre.”
    Examinemos esa declaración, firmada conjuntamente con otros tres rectores de “universidades”. Primero, contiene una falsedad, o sea una mentira (que a alguien le parecerá extraña en labios de religiosos). En efecto, no existió un “paro nacional”, al menos no un paro declarado; por lo tanto fue ILEGÍTIMO, un paro de hecho, impuesto por la fuerza, el odio, la violencia y la destrucción. Todo lo cual, supuestamente es repudiado y condenado en la doctrina de la Iglesia Católica.
    Segundo, se lee allí que “la acción de la academia se orientó a resguardar la integridad y condiciones de dignidad elementales...”. Analicemos esa frase: ¿Qué es “la academia”?: “Academia (del latín academia, y éste a su vez del griego Ακαδημία -Akademía-) es un término que identifica a diversas instituciones culturaleseducativas. El Diccionario de la lengua española la define como sociedad científica, literaria o artística establecida con autoridad pública y como establecimiento docente, público o privado, de carácter profesional, artístico, técnico...” Por lo tanto, ¿cuáles son los objetivos o propósitos de la “academia”? ¿Para qué fue creada? ¿Cuál es su razón de ser o existir? Veamos sus diversos objetivos: 
“sociedad científica”: producir conocimientos,
“sociedad literaria”: producir literatura en sus diversos tipos,
“sociedad artística”: producir arte, en sus diversos tipos,
“establecimiento docente”: impartir conocimientos,
“de carácter técnico”: aplicar los conocimientos científicos en el diseño y la producción de instrumentos prácticos.
    Ninguno de esos objetivos se cumplió en la acción que se comenta. De manera que LA ACADEMIA no existió en los once días aciagos que padeció el país; por propia confesión de cinco rectores.
    Tercero, ponen en ese comunicado: “Resguardar la integridad y condiciones de dignidad elementales...” “resguardar” significa “Proteger o hacer que una persona o una cosa no reciba daño o no llegue hasta ella algo que lo produce, poniéndola en un lugar, guardándola, cubriéndola, etc.” Siendo así, ¿quiénes amenazaban a los campesinos? ¿de qué o quiénes los protegían aquellos rectores para que no reciban daño? De los policías, obviamente. Pero, antes de que llegue ese grupo social a Quito, sus albergues ya estaban asegurados o reservados. O sea que antes de salir de sus comunidades ya sabían que cometerían desmanes, los cuales, obviamente iban a ser reprimidos por la policía. De manera que se trataba de una actividad violenta planificada con antelación a su salida desde sus aldeas y pueblos. ¿No implica aquello un delito? Porque, a nadie se le puede ocurrir atreverse a pensar siquiera que si una multitud invade una ciudad con el objetivo de que el gobierno retire un decreto va a manifestarse con bailes y cánticos y nadie la va a molestar. Además, en las diversas ocasiones en que los campesinos han invadido Quito han evidenciado un creciente odio y afán destructivo, de manera que ya se podía prever lo que iba a acontecer con la presencia de oleadas de campesinos en Quito.
    O, claro, queda la posibilidad de que aquellas universidades querían “resguardar” a los campesinos de las inclemencias de la naturaleza. Porque, obviamente, en caso de un terremoto, incendio o tragedia similar que deje varias familias sin techo, todo establecimiento está en la obligación de proteger y resguardar a los damnificados. Pero no hemos conocido que luego del terremoto de abril del año 2016 la Universidad Católica de Portoviejo haya protegido y resguardado a los que se quedaron sin techo. Pero, bueno, les concedamos el beneficio de la duda, aunque aquello requiera de una extremada ingenuidad y candor. 
    Una vez puestas en evidencia las debilidades de la justificación de los rectores, pasemos a examinar cuáles DEBIERON SER las acciones de LA ACADEMIA.
    Primero, aún antes de que el gobierno surgido del fraude electoral anuncie el decreto que motivó toda esta tragedia, VERDADERAS UNIVERSIDADES se habrían presentado en todos los medios de comunicación colectiva, en cadena nacional, para proponer un PLAN ECONÓMICO alternativo. Ese era SU DEBER y su RAZÓN DE EXISTIR. Para eso pagamos nuestros impuestos reduciendo la cantidad de pan que debemos llevar a casa. Si cumplían con su deber nos habríamos ahorrado toda esta tragedia. Por lo cual cabe perfectamente reclamar a “la academia” por su inutilidad, irresponsabilidad y estafa a la población que paga sus impuestos. ¿Para qué tienen “Institutos de investigaciones económicas”? ¿Alguna vez el país ha conocido que la “academia” haya presentado alguna propuesta de política económica alternativa a la oficial? JAMÁS. Durante la crisis de 1999, que hundió al país en la miseria y expulsó a millones de compatriotas al exilio, ¿acaso las “universidades” se presentaron ante el país para proponer y exigir que se aplique alguna solución? NO, NI POR UN MINUTO. ¿Alguna vez esas universidades advirtieron al país de la debacle económica y social a la que se le estaba conduciendo en los últimos doce años y del expolio de sus recursos que se estaba produciendo? JAMÁS. Entonces, ¿para qué ... sirven esas “universidades” con esos institutos que tan caro nos cuestan? Esa es la labor y razón de existir de “la academia” señores rectores. Y NO LAS HAN CUMPLIDO JAMÁS. Dejen las labores de protección y refugio a la Defensa Civil, que para eso está y para eso le pagamos nuestros impuestos.
    Una versión histórica sostiene que la Universidad surgió en la Edad Media para que actúe de mediador dirimente entre las frecuentes, sangrientas y espantosas pugnas entre emperadores y Papas; que un Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico sugirió al Papa que se crease una institución que reuniese a los más altos cerebros de la época, libres de influencias, revestidos de la más alta autoridad, y cuyas sentencias sean obligatorias para los dos, para alcanzar la paz. Eso hizo lógica y obvia la necesidad de la autonomía universitaria. De manera que la sociedad tuviese un referente válido, con autoridad incuestionable y libre de toda brizna de sospecha, a la cual acudir para poner en vereda a los poderes políticos, económicos y religiosos. ¡Formidable objetivo, pero candorosa ingenuidad! Ni a san Francisco de Asís se le habría ocurrido ser tan ingenuo. Al menos, en lo que se refiere a este pobre país con nombre de línea imaginaria, eso JAMÁS HA OCURRIDO, y mucho menos en los últimos cien años.
    De manera que, al dejar de hacer lo que deben hacer y dedicar los espacios, equipamientos, energía eléctrica, agua, luz y alcantarillado para otra actividad que no les es propia, están malversando los fondos públicos obtenidos del presupuesto del Estado y privados obtenidos del pago de pensiones. Y eso es, a mi entender, OTRO DELITO.
    Segundo, una vez que las universidades pusieron a disposición de los campesinos su coliseo para que sus dirigentes hagan sus arengas y proclamas. ¿No habría sido la oportunidad ideal para que sus académicos y profesores de economía les instruyan sobre el real impacto de la eliminación de los subsidios a los combustibles, con cifras claras y ejemplos evidentes? Como aquel que en esos días circuló por las redes, del impacto real de la eliminación del subsidio a los combustibles en el precio final de un cargamento de cebollas transportado desde Ambato hasta Guayaquil y vendido en dicha ciudad. Esos académicos habrían hecho un gran aporte al país, habrían cumplido con su deber y devengado su sueldo, si explicaban a los campesinos reunidos en sus predios que más efectivo que venir a alborotar y destruir Quito habría sido que ellos se hagan cargo del control de los precios y el castigo a los especuladores en sus propias comunidades, pueblos y ciudades.
    También podrían haberles explicado que, lamentablemente, vivimos en el Modo de Producción Capitalista y debemos superar nuestro enojo, entrar a competir y sobrevivir en él, abandonando de una vez por todas la demanda de ser unos privilegiados por el Estado. En efecto, los campesinos no se percatan de que su primer explotador es el intermediario, que les paga precios ínfimos por sus productos. Y él no está en la ciudad, sino junto a su casa. Es al que nombran "compadre" de sus bodas y bautizos y "prioste" de sus fiestas, y que les financia aquellas con el mismo dinero que les roba; el dueño de los camiones, volquetas y buses que los transportaron a Quito. En consecuencia, ¿por qué no se organizan en cooperativas de productores y venden directamente a los consumidores? Que yo sepa, el Padre Carolo es el único que les ha "dado haciendo" eso cuando en los barrios del sur de Quito creó la red "Comercializando entre hermanos". ¿Por qué “la academia” no realiza esa labor de capacitación de los campesinos y citadinos? A fin de cuentas el último explotador de los campesinos es el citadino que compra sus productos pagando a la red de intermediarios varias veces el precio que aquellos recibieron; pero este lo hace porque los campesinos, preocupados de pedir, reclamar y destruir, no tienen opciones para superar esa realidad. Ahí reside la raíz de su pobreza, que no se va solucionar devastando las ciudades. La “academia” debió aprovechar la presencia de centenares de campesinos y explicarles la realidad. Ese era SU DEBER. Y NO LO CUMPLIÓ.
    Si aquellas “universidades” fuesen sociedades científicas y establecimientos docentes, también habrían aprovechado esa oportunidad única para analizar con los campesinos (con ellos directamente, no con sus dirigentes, que ya sabemos que viven y hacen fortuna gracias a su “dirigencia) que estuvimos viviendo y comiendo de la mentira y del robo, porque si el Estado subsidia la gasolina, eso significa que ese combustible que el ciudadano de clase alta usa para mover su coche de 3000 centímetros cúbicos o 4x4 para ir a comprar la leche a dos cuadras de su casa o para irse de vacaciones, ese combustible es pagado por toda la población del país, incluido el guarandeño y el esmeraldeño miserable que no llega a satisfacer su hambre de cada día, el enfermo recluido en un hospital público que no recibe las medicinas para curarle, etc., etc. Es decir que lo que lo que aquellos ciudadanos de las clases alta y media consumen para satisfacer su voracidad, es pagado por toda la población. Ahora, en cambio, la gasolina que cada uno consuma la pagará cada cual, no estará inconscientemente seguro de que se la “darán pagando” los demás. Así que, por primera vez en su vida estarán ganándose SU pan solamente con SU esfuerzo, no con el de los demás, incluidos los que no tienen ese pan.
    La “academia” debió analizar y discutir con los campesinos de manera profunda el problema que estábamos (y seguimos) viviendo, por ejemplo:
1. Las CAUSAS y penurias ocasionadas por el déficit fiscal (con nombres y apellidos de sus autores), los montos necesarios para medianamente equilibrarlo, las acciones que deben exigirse al gobierno para recuperar el dinero robado.
2. Las REALES CONSECUENCIAS inmediatas de las medidas económicas dictadas, cuantificadas y ejemplificadas para que la entienda incluso un campesino que apenas sabe contar el número de papas que entra en su mano; por ejemplo, cuántos centavos subirá el precio de las papas por cada centavo de alza del precio de la gasolina. Contrastadas con las consecuencias de no tomarlas, por ejemplo, la imposibilidad de pago de pensiones jubilares, sueldos, importación de derivados del petróleo necesarios para su refinación y, como consecuencia desabastecimiento de gasolina; desabastecimiento y cierre de hospitales públicos y de todo el sistema de salud; cierre de establecimientos educativos por falta de pago a sus profesores; etc., etc., etc.
3. El destino que se debe exigir al gobierno de los recursos obtenidos mediante la eliminación de los subsidios, pero con cifras y ejemplos concretas, así: en la comunidad tal no tienen escuela ni centro médico ni agua potable ni alcantarillado, pues bien hay que exigir al gobierno una fecha concreta para que los tengan. Exigir al gobierno que los recursos a obtener por la eliminación del subsidio sirvan para que no se paralicen ni el sistema de salud ni el de educación, para que no se amplíen los cementerios por el suicidio masivo de jubilados, etc., etc.
En fin, exigir que sea un GOBIERNO verdadero, con AUTORIDADES verdaderas, que resuelvan verdaderamente el problema, y de manera incruenta y pacífica.
Por primera vez en la historia habríamos dejado de ser un país fallido.
    Pero NO, las “universidades” resolvieron limitarse a actuar como guarida, renunciaron a ser sociedades científicas y centros docentes. ¡Qué vergüenza!
    Como se definió arriba, LA ACADEMIA es una sociedad científica, de manera que ya debió haber producido los conocimientos necesarios para cumplir aquellas actividades, y como ESTABLECIMIENTO DOCENTE, debió ejecutarlas con los campesinos reunidos en sus predios. Ese era SU DEBER. Y NO LO CUMPLIÓ.
    Las declaraciones del Ministro de Defensa que provocaron el quejumbroso comunicado que se citó arriba fueron estas:

Tuvimos también la participación de las universidades y de centros que funcionaron como les han denominado centros de paz, pero en definitiva eran centros logísticos de abastecimiento para los manifestantes y de los grupos que actuaban vandálicamente en el resto de la ciudad”

    Cada palabra expresa una realidad descarnada, e incluso el Ministro se queda corto. En efecto, desde aquellas salieron los campesinos a destruir las propiedades de los ciudadanos que pagan los impuestos que sostienen la existencia de esas "universidades". ¿Dónde se almacenaban las decenas de cohetes con los que sus protegidos celebraron toda la noche y hasta la madrugada su “triunfo” en la destrucción del país? “Triunfo” facilitado por un gobierno débil fruto del fraude electoral. ¿Para qué los almacenaban, sino para ASESINAR POLICÍAS?
    El incendio y destrucción del país concluyeron cuando el gobierno decidió derogar el decreto motivo de la discordia en la noche del 13 de octubre. La peor consecuencia de esa decisión es que se sentó un FUNESTO PRECEDENTE: desde ahora los campesinos creerán que invadiendo Quito, destruyéndola y desatando desmanes pueden echar abajo cualquier decisión de cualquier gobierno. Pero un gobierno bien “fajado” dirigido por una verdadera AUTORIDAD, con seguridad ordenará a las FFAA que hagan respetar al país, y el resultado serán muchos muertos. Tal vez los niños que nacieron ese día recibieron su sentencia de muerte ese momento. Y la historia recordará a Lenin Moreno como su ejecutor anticipado. Menos grave pero también repugnante fue que el Sr. Moreno días atrás declaró que no derogaría el decreto porque “no podía renunciar a sus principios”; pero puesto que sí lo derogó, tenemos un Presidente sin principios. ¡Gravísimo!
    Como no podía ser de otra manera, el Arzobispo de Quito (¿alguien ha sabido anteriormente que existe un Arzobispo en Quito? ¿Alguien sabe para qué sirve?) en un acto de espantoso y desvergonzado fariseísmo se apresuró a pretender justificar las acciones de sus curitas subalternos y pidió que "no se desvirtúe la actuación de universidades durante el paro”. Primero, el mencionado “prelado” pide un absurdo, en efecto, “desvirtuar” significa “quitar la virtud, el valor o las características esenciales de algo”. Pero, Sr. prelado, ¿Cómo se puede quitar virtud a un acto que nunca lo tuvo?. Así como nadie da lo que no tiene, nadie quita lo que otro no tiene, eso es un absurdo.
    Pero la intervención del sacerdote mencionado alentó a las “universidades” -que sintieron que el Ministro había puesto el dedo en la llaga- a organizar el lloriqueo.
    Ahora bien, señores Ponce y Herrán, les ruego nos saquen de unas dudas. Previamente les advierto que más vale que no se enojen, simplemente eliminen las dudas con pruebas objetivas, como corresponde a un establecimiento científico. Si se enojan y no presentan las pruebas, las dudas se convertirán en certezas.
    Primera duda. Toda la población católica del mundo conoce la práctica centenaria de ustedes, como Iglesia Católica, de cobrar hasta a los muertos. Cuando alguien muere, van ustedes y pronuncian una oración o una misa y cobran por ella. ¿No es cierto? En estos días están circulando noticias y denuncias que indican que el Presidente de la CONAIE es un potentado multimillonario, dueño de tierras, plantaciones, una avioneta privada y recibe centenares de miles de dólares anuales de fundaciones norteamericanas. Si, como queda indicado, y no puede ser desmentido, ustedes cobran hasta a los muertos, ¿podrían jurar, con una mano sobre la Biblia (como acostumbran a pronunciar sus más solemnes mentiras, de igual manera que los políticos lo hacen con la mano en la Constitución), que no cobraron el albergue de los adinerados campesinos, a tanto por huésped y por hora? En caso de haberlo hecho, el RUC con el que actúan, ¿les autoriza realizar esa actividad? ¿Emitieron ustedes una factura por los servicios prestados? Y, si no cobraron, ¿por qué no lo hicieron? si los espacios ocupados como guaridas no son de su propiedad, sino de todos los que pagamos para que existan. Y pagamos para que tengan otro uso, de manera que ustedes incurrieron en malversación al destinarlos a guarida. Esta duda se refuerza con la información que contiene el siguiente párrafo, que indica que había millones de euros a disposición de los vándalos.
    Otra duda. Esta exclusivamente para el señor Ponce. Se ha difundido la noticia de que usted, Sr. Ponce, guarda cálidas simpatías por el predecesor del Sr. Lenin Moreno, y que incluso mantiene como su asesor personal a un destacado militante de la banda de dicho individuo. La semana pasada se difundió una entrevista realizada en un canal de televisión boliviano, en la que una persona con un alzacuello de sacerdote declaraba que el Presidente Evo Morales poseía una cuenta en el Banco Vaticano con algunos millones de euros, además de otra cuenta a nombre de su amante y otra más al de uno de sus ministros. El sacerdote entrevistado presentaba con detalle los números de cada una de las cuentas. Entre otros datos, mencionó que para abrir una cuenta en el referido banco se requiere ser presentado o garantizado por un Obispo o Cardenal. Surge la duda. Si se demuestran las simpatías suyas antes mencionadas, y puesto que ya ha sido demostrado que los desmanes de los campesinos protegidos por usted pretendían la caída del gobierno para el retorno del individuo de sus preferencias, ¿No será que el Banco Vaticano (o el mismo Papa) ha ordenado que sus huestes apoyen a los dictadores que esquilman a sus famélicos pueblos, o que contribuyan al derrocamiento de los que se oponen a ellos, para que retornen al poder los que ya tienen amplia experiencia en el expolio de sus desventurados países, puesto que estos depositarán las fortunas mal habidas en el Banco Vaticano? Todos los hechos conocidos conducen a esa suposición.
    En este párrafo voy a relatar una historia terrorífica. Recomiendo a aquellos lectores con alta sensibilidad que, en salvaguarda de su inocencia o tranquilidad mental se abstengan de leerlo. Mientras redacto este artículo, he recibido un video de un canal de la televisión colombiana en el que se entrevista al mismo sacerdote mencionado anteriormente (cuyo nombre ahora aparece pero me abstengo de mencionar por razones obvias de protección de su vida) el cual menciona que es delegado del Papa para investigar las cuentas de los dictadores en el Banco Vaticano, y exhibe abundante información de las cuentas de aquellos (al fondo aparecen las fotos de Chávez, Dilma Roussef, Correa, Ortega y Morales). Entre otros datos ratifica que el dinero expoliado se deposita en el Banco o Instituto Vaticano, pero que este tiene bancos subsidiarios como el Banco del Espíritu Santo en España, y conexiones con múltiples bancos, corporaciones financieras y paraísos fiscales en todo el planeta. Que el predecesor de Lenin Moreno tiene en el Banco Vaticano la cuenta número 001-3-45761 con 193 millones de euros, depositados a través de una empresa denominada PASCA Ltda; que abrió esa cuenta el 20 de abril del año 2013 con 679.000 dólares. Que el Banco Vaticano se encarga de comprar propiedades con ese dinero para “lavarlo”, con lo que el mencionado individuo tiene propiedades en Londres, España, Italia y Bélgica. Pero eso no es todo, ¡Agárrense fuerte de sus asientos! El sacerdote informa que, cuando los dictadores expoliadores necesitan dinero en efectivo para sus pantagruélicos gastos diarios, utilizan testaferros que lo retiran de sus cuentas mediante las nunciaturas apostólicas (las cuales tienen inmunidad diplomática) del país en el que se encuentren en el momento de necesitar aquel; por ejemplo, menciona específicamente la Nunciatura Apostólica de la ciudad de Panamá. ¿Qué les parece? En caso de existir, ni Satanás sería tan repugnante y perverso.

El documento en el que se registra la cuenta del individuo mencionado en la entrevista.

    Puesto que se conoce hasta la saciedad que los disturbios sangrientos en Ecuador y Chile se hicieron con dineros provenientes de los ex-dictadores refugiados y/o apadrinados por el dictador Maduro, con la nueva información contenida en el párrafo anterior se refuerzan las dos dudas y preguntas anteriores, en el sentido de si los señores Ponce y Herrán no recibieron dinero por proteger a los campesinos, a tanto por campesino y por hora, y si no recibieron órdenes directas desde el Vaticano para apoyar las acciones encaminadas a derrocar al gobierno de Moreno. Lo único que queda por averiguar es el destino de los dineros cobrados y las prestidigitaciones que emplearán para su legalización. Porque si no recibieron dinero, serían los únicos participantes o cómplices y encubridores de los vándalos, que no lo hicieron, ¿Acaso les “vieron la cara”?
    Ahora tengo que referirme al Sr. Herrán. Ante las declaraciones del Ministro de Defensa, usted Sr. Herrán, olvidando que el país está pasando por luctuosos momentos y viviendo una tragedia que amenaza con su misma existencia, se ha atrevido a hacer una triste fantochada, al decir (2019-10-27) “no sé qué universidad ha visto el Ministro Jarrín; a lo mejor fue una universidad virtual”. Primero, Sr. Herrán, debo exigir a usted más respeto para el país que le ha dado de comer durante 60 años, y dejar las bromas y chistes para otra ocasión y con otras personas. Ponga atención: yo he visto de manera directa los desmanes de sus protegidos y las actividades que ellos realizaban en los predios de las dos “universidades”, de manera que no se trataba de ninguna universidad virtual, sino de las reales y objetivas que ustedes ahora, infortunadamente, dirigen. Seguramente para usted el país no vive ningún apuro ni tragedia, lo que le permite darse el lujo de hacer chistes y payasadas de perverso gusto; claro, puesto que ustedes los curas ni siquiera saben lo que es un mínimo apuro, ya que al poco rato de abandonar el útero materno se refugian en el útero de su comunidad religiosa, en el cual, hagan lo que hagan o dejen de hacer siempre tienen todo asegurado. Y, por último, usted, si padece algún mínimo comezón en la oreja, tiene toda la libertad y los recursos para marcharse a su país de origen, el cual encontrará “un pelín” menos fascista del que dejó y en el cual se de-formó hasta los 17 años de edad. 
    Miren señores, tal es el desprecio de sus protegidos por las creencias de ustedes, que el sábado 12 de octubre, alrededor de las 09:00 un sacerdote cubierto con una toga verde, puso una mesa en el parqueadero de la “universidad” católica y procedió a celebrar una misa. ¿Saben ustedes cuántos campesinos, de los centenares de albergados, asistieron a la ceremonia de máxima importancia para su Iglesia? Menos de diez.
    Sr. Ponce: El actual Ministro de Economía y Finanzas del Ecuador, autor de las reformas económicas contra las que se lanzaron sus protegidos, es graduado en la PUCE, al igual que la mayoría de ministros y funcionarios del anterior gobierno, e incluso el jefe de ese gobierno. ¿Le parece eso un brillante palmarés o, más bien un motivo para cambiar de raíz todos los programas de des-información y de-formación que se transmiten en su “universidad”?  ¿No será de preocuparse de eso en lugar de convertir aquella en una guarida?
    Ahora hablemos de “la academia” a la cual ustedes dicen representar y piden respetar; y aquí voy a interpelar a los cinco rectores que firman el comunicado citado arriba y en general a todas las “universidades” ecuatorianas.
    Señores cinco rectores firmantes del adefesioso comunicado y, en definitiva, de todas las “universidades” del país, ¿podrían responder a los ciudadanos que pagamos sus sueldos y mantenemos sus “universidades”, las siguientes preguntas?
Habida cuenta que la investigación histórica demuestra que la ciencia Andina Pre-hispánica era capaz de realizar, entre otras, las siguientes actividades:
- Experimentación de suelos y semillas en y de todo el Imperio Incaico, para lograr la máxima productividad, defenderse de plagas, de la sequía y de la helada,
- Captación, conducción y distribución de agua para riego,
- Captación, almacenamiento, conducción y distribución de agua para consumo humano,
- Almacenamiento de alimentos por largas temporadas sin la necesidad de energía de ninguna clase, nada más con el dominio de las condiciones ambientales de cada sitio y de la técnica de la Arquitectura,
- Edificación de construcciones anti-sísmicas sin argamasa, hormigón ni acero,
- Ordenación del espacio regional de manera sostenible; complementación de regiones productivas (“hermanar regiones”, lo llamaban ellos) para enfrentar hambrunas de una región mediante la sobreproducción de otra,
- Ordenación del espacio urbano de manera sostenible,
- etc.

La economía, la sociedad, la política, la astronomía, la religión, la geografía y la hidrología convergen, se explican, se integran y se representan, real o simbólicamente, en un Sistema Integral y Total Andino, así como en el espacio urbano de la ciudad del Cusco y de la Región Inca. (3)

Ante la evidencia histórica de todo ello, ustedes, en sus “universidades”, 
- ¿Han recuperado la Ciencia Andina pre-hispánica y la han transmitido a sus protegidos?
    Si no han hecho lo primero, no son “sociedades científicas”, si no han hecho lo segundo no son “establecimientos docentes” y, si sus protegidos no conservan ni practican la ciencia y la cultura de sus antepasados, no son indígenas en sentido estricto.
- ¿Cuántas patentes de descubrimientos científicos han registrado sus “universidades”?
- ¿Cuántas patentes de inventos tecnológicos?
- ¿Cuántos inventos tecnológicos han producido y ejecutado para lograr que sus protegidos, en sus comunidades, se defiendan del frío, de la sequía, de la helada, de las plagas, de las enfermedades, del deterioro del medio ambiente, manejen de manera sostenible sus suelos y territorio, etc.,?
- ¿Cuántos programas y proyectos han desarrollado y ejecutado para que sus protegidos añadan valor agregado a sus productos primarios, para que no los vendan simplemente como tales o como materia prima, sino procesados o industrializados, y directamente al consumidor, evitando la cadena de intermediarios?
- ¿Han logrado prevenir, controlar y curar la malaria, el dengue, el cólera, la parasitosis, y demás enfermedades que diezman la población de sus protegidos?
- Y miles de preguntas similares adicionales.
    En fin, ¿puedo y debo quitar las comillas a sus “universidades” puesto que son realmente sociedades científicas, técnicas, literarias, artísticas, y establecimientos docentes competitivos en el ámbito mundial? O, ¿debo mantenerlas puesto que, en la realidad pura y dura, se limitan a tener dos ventanillas, en la una reciben las asignaciones del Estado y el dinero de las pensiones y en la otra entregan los títulos; mientras que en las aulas se produce ruido sin contenido?
    Así que, señores Ponce y Herrán, ¿Cuándo van a pagar, de su bolsillo -no del presupuesto de las “universidades” ni de la limosna de sus embaucados feligreses- las ambulancias destruidas, los edificios incendiados y destruidos, la curación de los heridos y sus salarios no devengados por causa de su enfermedad, las pérdidas económicas para el Estado y para los particulares, y el dolor de toda la población del país, en especial de los familiares y amigos de los muertos? Cuando lo hagan, comuníquenlo al país presentando las respectivas facturas, para que este les confiera la absolución de manera que puedan celebrar la próxima misa; caso contrario, como ustedes saben más que nadie, cometerán sacrilegio.
    Ustedes, auto proclamados “apóstoles de la paz” y “guías espirituales de la humanidad” nos robaron la paz y la tranquilidad a todos los habitantes de este país, especialmente a aquellos que vivimos en el ámbito de influencia de los desmanes provocados por sus protegidos; ustedes son los primeros y directos responsables de todo ello, como cómplices y encubridores. Ustedes provocaron miedo y pánico en la población, el mismo que, dependiendo de cada persona, puede tardar años en disiparse. El país les podrá perdonar cuando cumplan con lo indicado arriba, pero lo más probable es que su Dios NO LO HAGA.


    Señores Ponce y Herrán, ¿Saben ustedes lo que es la Simbología del Espacio? Por supuesto que no. Pues sépanlo: cuando transitábamos cerca de los establecimientos de esas dos “universidades”, sentíamos respeto y admiración, suponíamos que allí se practicaba la ciencia y se producían conocimientos, se descubrían y se medían las leyes de la naturaleza y de la sociedad, se aplicaba esos conocimientos en la producción técnica de objetos útiles, que mejoren la vida de los que pagamos sus sueldos, se suscitaba la formación de valores trascendentales, se formaba a los jóvenes para que transformaran la sociedad para mejor. Pero a partir del jueves 3 de octubre del año 2019, apenas pensamos en los establecimientos que ustedes destruyeron, y peor si los vemos o estamos obligados y no podemos evitar transitar cerca de ellos, solamente sentimos una mezcla de miedo, pánico, asco o repugnancia. ¡Que pena, señores Ponce y Herrán! El mundo estaba mejor antes que ustedes contribuyeran a su destrucción. ¡Que lástima! ¡Dos vidas a las que la sociedad –a costa de múltiples penurias para los demás- dotó de todas las potencialidades para ser productivas y positivas, pero que fueron utilizadas para el mal y la destrucción de esa misma sociedad que tanto invirtió en ustedes!

(1) Pongo entre comillas esta palabra porque “en sentido estricto y más habitualmente, se aplica la denominación indígenas a LAS ETNIAS QUE PRESERVAN LAS CULTURAS TRADICIONALES...” y “en un sentido amplio, se aplica a todo aquello que es relativo a una población originaria del territorio que habita,... O CUYA PRESENCIA ES LO SUFICIENTEMENTE PROLONGADA Y ESTABLE COMO PARA TENERLA POR ORIUNDA (es decir, originario del lugar). En consecuencia, en el sentido estricto, las multitudes que invadieron y destruyeron Quito “no preservan las culturas tradicionales”; y, en sentido amplio, todas las personas que hemos nacido en el Ecuador seríamos indígenas. Así que, a partir de aquí los llamaré “campesinos”.
(2) El uso de comillas para esa palabra se explica por sí solo en el texto.
(3) EL MANEJO DEL ESPACIO EN EL IMPERIO INCA. Leonardo Miño Garcés. FLACSO-ECUADOR, 1994.
                                         LMG. 2019-10-29