jueves, 14 de diciembre de 2017

CIUDAD "INTELIGENTE" EL AROMO

ANÁLISIS Y OBSERVACIONES DEL DOCUMENTO:
“EL AROMO: CIUDAD INTELIGENTE”

1. INTRODUCCIÓN PREVIA A LA LECTURA DEL DOCUMENTO
1.1. El título, "Ciudad inteligente" ya merece un comentario: O sea que todas las demás ciudades del mundo son estúpidas? NO, no es cierto? De manera que la persona o institución que se inventó esa denominación, y aquella que copió el título mecánicamente revelan  tener muy pocas luces.
1.2. Las grandes empresas comercializadoras de programas informáticos, llamados Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) llegaron a desarrollar estos con tal nivel de sofisticación y detalle que, al instalarse en algunas ciudades, desde la municipalidad se puede saber en tiempo real lo que está ocurriendo en cada red de infraestructura; por ejemplo, hay una ciudad que monitorea el consumo de agua, de manera que sabe el momento en que un ciudadano entra en la ducha y 15 minutos después le cierran la llave del agua desde la misma empresa; en otra ciudad los basureros de las calles avisan al centro de recolección cuando están a punto de llenarse, etc.; pero también desde el 911, o la central de "inteligencia" del ejército o de la policía pueden saber exactamente en dónde se encuentra cada ciudadano y cuáles son sus opiniones, de manera que son un eficaz medio de restringir la libertad de movimiento y opinión. En el mismo Quito, un taxista me contó que, como las cámaras de los taxis registran imágenes y sonidos en el 911, una vez un pasajero manifestaba su opinión libre y soberana sobre el desastre que estaba produciendo el gobierno de Rafael Correa, y en menos de 15 minutos el taxi fue rodeado por 3 automóviles sin placas de los cuales se bajaron unos cuantos gorilas y se llevaron preso al ciudadano que así había opinado!
            Esas son las "smart cities" o ciudades " inteligentes": un engaño completo. No se trata de construir o hacer a las ciudades "inteligentes", sino SOSTENIBLES, lo cual es muy diferente.
            Otro ejemplo de Quito: algunos teléfonos celulares registran todos los movimientos de sus propietarios, y no sé a dónde transmiten esa información, pero al regresar a casa esas personas reciben mensajes en que los que les dicen que saben que circuló por el restaurante tal, y que, por favor, indique sus comentarios sobre la calidad del mismo!! ¡O sea que Quito es ya una ciudad estúpidamente inteligente!
            La tecnología que debería utilizarse para hacer más eficientes las infraestructuras de la ciudad y su metabolismo, es explotada a extremos malévolos y perversos con el mismo nombre de "ciudad inteligente": un atentado a la privacidad, a la libertad de movimiento y a la libertad de expresión de los ciudadanos. Pero, claro, las empresas propietarias de esos sistemas informáticos, respaldadas por congresos auspiciados por los organismos internacionales (especialmente la inefable ONU), hacen fortunas vendiéndolos a los ayuntamientos, previa “comisión” pagada a sus alcaldes y concejales.

2. ANÁLISIS Y COMENTARIOS DEL TEXTO DEL DOCUMENTO
            Una vez leído con detenimiento el documento en pdf: “EL AROMO: Ciudad Inteligente”, a construirse en Manabí, mis opiniones son las siguientes:
2.1. El documento ha sido elaborado por un Grupo Promotor que se presenta de este modo:
Grupo Promotor: Proyecto Ciudad Inteligente El Aromo 22 Estudio Preliminar realizado por Jorge Ramón Arquitectos
-Grupo Promotor*-
En formación: Empresarios de los Sectores Productivos de la Provincia de Manabí y del resto del país, Universidades, Inversionistas Nacionales e Internacionales, Banca Nacional e Internacional. Consultores Nacionales e Internacionales.
2.2. El Banco Interamericano de Desarrollo[1] BID no tiene ni idea de lo que es una ciudad inteligente, y su definición está centrada en lo que comenté anteriormente: las tecnologías del control para "un gobierno eficiente... planificación colaborativa y participación ciudadana". Eso nos vinieron a "enseñar" los de la agencia alemana para la cooperación GTZ en la última década del siglo pasado, lo aplicó la Asociación de Municipalidades Ecuatorianas AME en todo el país y el resultado fue un completo fracaso. ¡Es una vergüenza que el BID siga con el mismo cuento!
2.3. Luego pone que, además de usar las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) que mencioné anteriormente, quiere que la ciudad sea "eficiente, resiliente [sin coma que separe las palabras] sostenible y sustentable". Los autores no saben que los dos últimos términos son sinónimos, o sea que significan lo mismo y, al repetirlos, están cometiendo una redundancia gramatical.
2.4. Pero tienen razón en el siguiente párrafo: "una ciudad competitiva, con magnetismo, capaz de mantener y atraer inversión y talento, así como fomentar la innovación. Una ciudad bien conectada, con infraestructuras de transporte y  tecnológicas. Una ciudad con seguridad, servicios básicos (educación, sanidad), accesibilidad y movilidad que facilite las condiciones para el desarrollo de negocios".  Todo casi bien, dos observaciones: el transporte es también tecnología, de manera que se comete otra redundancia gramatical al usarlos como elementos diferentes; y la educación y la sanidad no son “servicios básicos”, sino equipamientos urbanos; y no son los únicos. Además, no es lo mismo servicio que equipamiento. Por ejemplo, la escuela es un equipamiento, mientras que su funcionamiento es un servicio; la red de agua potable es una infraestructura, mientras que si en esa red fluye el agua potable, ese es el servicio. Como se demuestra, los autores carecen de conceptos elementales de Urbanismo.
2.5. Pero luego pone absurdos increíbles, como preguntar si "la Refinería del Pacífico será un modelo SOSTENIBLE para el desarrollo del país". Ese título contiene una barbaridad: ya está por demás demostrado que el petróleo es lo opuesto a la sostenibilidad, de manera que seguir discutiendo sobre algo ya demostrado es una espantosa pérdida de tiempo que revela una ignorancia irresponsable por parte del grupo promotor. ¡No hay nada que discutir! Esa refinería NO DEBE CONSTRUIRSE, y en su lugar hay que, primero, recuperar los miles de millones de dólares que se robaron en el movimiento de tierras y castigar de manera ejemplarizadora a sus autores; y luego invertir el dinero que todavía se va a gastar en ella en construir aquel sistema de generación de energía real y probadamente sostenible que sea pertinente dada la ubicación gográfica y el área del terreno disponible, como el eólico, solar térmico y/o fotovoltaico, mareomotriz, o geotérmico. No hay más, ya está demostrado que las centrales hidroeléctricas no son sostenibles, porque emiten metano (que produce 20 veces más efecto invernadero que el dióxido de carbono). Y, si aquello no es posible, simplemente revertir el terreno a la naturaleza, que ella se encargará de recuperarlo sin ninguna ayuda humana, sólo hay que darle tiempo.
2.6. Comparar o hacer similares o sinónimos "ciudad inteligente" y "zona franca" es otra barbaridad conceptual.
2.7. ¡Que barbaridad! En en el primer párrafo de la página 11 se lee que, puesto que:
“la superficie cultivable de Manabí... cubre más del 13% del área cultivable del Ecuador... la productividad agrícola del suelo manabita duplica la productividad promedio del segmento en el resto del país".
¿Cómo se puede tener un razonamiento tan simple como para asimilar o hacer sinónimos la CANTIDAD de tierra con la PRODUCTIVIDAD de la misma? ¡Por favor! ¡Es un absurdo completo! Un terrateniente puede tener 2.000 hectáreas en un sitio y, a varios cientos de kilómetros un labriego puede tener una sola hectárea de terreno, pero con una productividad del suelo superior a las 2.000 hectáreas del terrateniente. Todo el mundo sabe que la tierra de la Cuenca del Guayas es una de las más feraces y de más alta productividad de toda América del Sur, y a nadie se la ha ocurrido relacionarla o hacerla sinónimo con su extensión. No existe ninguna relación matemática entre extensión o superficie del suelo y productividad del mismo. La superficie es una simple cifra matemática, mientras que la productividad depende de múltiples y complejos factores. En efecto, primero, puede ser producto de factores naturales o artificiales o de la conjunción de ambos. Entre los naturales, para citar a unos pocos está el clima, la temperatura, la humedad, los vientos, la composición química del suelo, el tipo de producto que se va a cultivar y su adapatabilidad y adaptación (que no es lo mismo) a las condiciones naturales; entre las artificiales, y también para citar a unos pocos factores está la más o menos científica tecnología que se emplee para la preparación del suelo, el sembrío, el cuidado y mantenimiento de la tierra y de las plantas y, finalmente, la cosecha, etc., etc. ¡Que horror, que deficiencia de conocimientos!
2.8. ¡Otra barbaridad!: en la página 12 se lee que en el terreno en que "se podría construir la Refinería del Pacífico", ¡se construiría esa ciudad El Aromo! ¿O sea que la lógica de ubicación de una ciudad es la misma que la lógica de ubicación de una refinería? ¡Acaso los determinantes y condicionantes que aseguran el funcionamiento eficiente de una ciudad y de una refinería, son los mismos! Por favor, para preparar un documento de esta índole se necesita mucha más preparación técnica! ¡Y un poco más de seriedad!
2.9. Los redactores de este documento de simplicidad espantosa calculan la cantidad de población de la ciudad que van a proyectar en función del área del terreno disponible, lo cual se asemeja a primero comprar un pantalón y luego buscar a la persona a la que le quede bien. El proceso de planificación correcto es totalmente opuesto: hay que calcular el total de población que DEBE SER ACOMODADO en la ciudad que va a proyectarse y, con el concepto claro del tipo de ciudad que se va a diseñar (tradicional o sostenible, peatonal o vehicular, etc.), con los diseños arquitectónicos de las viviendas que ESPECIFICAMENTE ESAS PERSONAS requieren, con los diseños de los equipamientos urbanos, con el cálculo del volumen de población flotante (pendular o temporal) que atraerían los negocios y servicios de la ciudad, con el diseño de las vías, con todo eso ya terminado, se calcula el área requerida. En síntesis: primero hay que conocer la cantidad de población que NECESITA ser acomodada allí, su composición familiar y sus modos de vida, luego realizar los cálculos y los diseños detallados específicamente referidos a esa realidad poblacional y, finalmente, de todo ese trabajo obtener el área necesaria. ¡No todo al revés!
2.10. Listo, ya con lo siguiente queda claro que los autores no saben lo que es una ciudad sostenible: página 16: "Se propone vivienda baja de baja densidad con una altura máxima de 3 pisos". En efecto, uno de los primeros objetivos que debe cumplir una ciudad sostenible es la ALTA DENSIDAD, y con esos "modelos de vivienda" y esa altura no cumplen con ese requisito básico de partida. Lo anterior lo demuestran los mismos autores porque en la misma página se lee que lograrían (no ponen ningún cálculo que lo demuestre) 200 habitantes por hectárea, cuando la DENSIDAD MÍNIMA que debe tener una ciudad sostenible está por encima de los 350 habitantes por hectárea. Punto y final, este proyecto conduciría al fracaso más estruendoso que se ha cometido en el diseño de ciudades.
2.11. Ponen que serán 20.000 unidades de vivienda, y antes pusieron que serían 80.000 habitantes, ¿cómo demuestran que la composición familiar de los DEMANDANTES será de 4 personas por familia? No lo ponen, y DEMOSTRAR la validez de las cifras es requisito indispensable para asegurar la solvencia técnica de una propuesta.
2.12. Siguen poniendo tonterías: página 17: "una ciudad de 80.000 habitantes con un eje productivo pesquero y agroindustrial, personas nuevas con trabajo (¿qué son "personas nuevas"?), buena vivienda, es un hábitat sostenible". Falso, de falsedad absoluta, todo eso no garantiza para nada un hábitat sostenible.
2.13. Página 17: "La nueva metrópoli Manta, Montecristi y El Aromo"; página 18: "zona de conurbación Manta-Montecristi-Jaramijó". Las metrópolis y conturbaciones son lo opuesto a la sostenibilidad. Los redactores siguen demostrando una ignorancia supina en lo que significa sostenibilidad.
2.14. Página 18: se apoyan en el Plan Nacional de Desarrollo redactado por el SENPLADES, que tiene enormes deficiencias conceptuales y técnicas, además de errores cuantitativos.
2.15. ¡La redacción y ortografía del documento son altamente deficientes!

Creo que ha quedado demostrado que el mejor calificativo para este documento es llamarlo un mamotreto vergonzoso, y que, lastimosamente,  sus promotores carecen incluso de los conceptos más elementales de URBANISMO. ¡QUE PENA! ¡Otra oportunidad desperdiciada!
2017-11-10






[1] Esta Institución ya debería haber cambiado su nombre, una vez que la ciencia ha demostrado que el “desarrollo” ya no es posible en la actual situación de emergencia climática planetaria; en su lugar hay que perseguir la utilización eficiente de los recursos que se extraen al ritmo que la naturaleza los puede renovar, y la distribución justa y equitativa de la riqueza, en contraposición a su actual concentración en pocas manos.