lunes, 3 de mayo de 2021

¿LOS SERES HUMANOS SON TODOS IGUALES?

¿TODOS LOS SERES HUMANOS SON IGUALES?

¡HABLA SERIO!

Leonardo Miño Garcés

 

“La Declaración Universal de los Derechos Humanos es un documento adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su Resolución 217 A (III), el 10 de diciembre de 1948 en París​, que recoge en sus 30 artículos los derechos humanos considerados básicos.

Fecha de publicación original10 de diciembre de 1948

Artículo 1: Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros. 

Artículo 2.

1. Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.”

 

¡setenta y dos años mintiendo!

Las clases dirigentes; sus empleados, los gobernantes, y los privilegiados:

 

 

¡setenta y dos años sufriendo!

Siete mil quinientos millones de seres humanos:

            1. El Contexto

            El virus que hasta este día (2021-05-01) se ha cobrado 3.196.536 vidas, provocó una pandemia al ser difundido por todo el mundo por el régimen chino totalitario y mentiroso, con  Xi Jinping, Presidente de la China, y Li Keqiang, Primer Ministrolos dos genocidas del año 2020a la cabeza, que ocultaron la existencia del virus durante SESENTA Y CUATRO DÍAS y ocultaron que el virus se transmite de persona a persona durante CUARENTA DÍAS.

            La Organización Mundial de la Salud, OMS, demoró CINCUENTA Y OCHO DÍAS en declarar la Pandemia, y los gobernantes de todos los países del mundo, timoratos e irresponsables como niño bobalicón que espera que el profesor declare que ya ha salido el sol, se demoraron ese mismo lapso en cerrar sus fronteras.[1]

            Así que no culpemos a ningún dios ni a la casualidad los malditos años que estamos sufriendo, sino a la pura y simple estupidez humana, que tiene nombres y apellidos, encabezados por los dos chinos nombrados, por el presidente de la OMS y por todos los gobernantes del mundo: criminales y genocidas, culpables de homicidio por estupidez.

2. La ciencia cumple su trabajo pero los empresarios la utilizan para hacer fortuna, provocando un segundo genocidio en apenas dos años.

Gracias a un trabajo de varios años, en el que los científicos venían estudiando varios tipos de coronavirus, en menos de un año ya tenían varias vacunas para contener al coronavirus chino actual. Las investigaciones fueron financiadas con dineros públicos y privados, pero una vez terminado el trabajo de los científicos los empresarios lo tomaron por asalto, registraron las patentes de las vacunas, fijaron los precios y, con ello, privatizaron las ganancias y socializaron la enfermedad y la muerte. Para colmo, los gobiernos de los Estados Unidos, Canadá y de la Unión Europea, no solamente que no demandaron a las empresas farmacéuticas la restitución de los dineros públicos invertidos sino que acapararon la producción en un volumen varias veces el necesario para toda su población (en este aspecto uno de los gobiernos más vergonzosos es el del Canadá).

Desde antes de la aprobación de la primera vacuna millones de personas pidieron y demandaron que no se emitieran patentes o derechos de propiedad hasta que se supere la pandemia, pero los gobiernos de los países indicados siguen ignorando el pedido, con lo cual no sólo que ponen en riesgo a sus propios ciudadanos sino que provocan el segundo genocidio, puesto que al seguir multiplicándose los contagios (este rato son 749.206 diarios) el virus muta y pronto las vacunas serán incapaces de controlarlo y las ya administradas serán inútiles contra las variantes del mismo.

  Al mantener precios de monopolio de la vacuna, y acapararla, los mismos que proclaman la sacralidad de la ley de la oferta y de la demanda -que establece que ante una limitada oferta y una ilimitada demanda, los precios no pueden subir indefinidamente sino que tienen que restringirse - la violan, esta vez criminalmente puesto que se trata de un producto que puede salvar vidas.

 

El sistema de precios tiene un papel irremplazable en la coordinación de las acciones de millones de individuos, o hasta de miles de millones de individuos en el marco de la nueva economía mundial. El problema estriba en que este sistema no conoce límite ni moral.”[2]

 

Pero la codicia llega a niveles obscenamente criminales ya que se está creando artificialmente la escasez de vacunas[3]. De manera que los países pobres no tendrán vacunas hasta quién sabe cuándo.

La ceguera que provoca la codicia es tal que no se dan cuenta que esta vez no funcionará el “sálvese el que pueda”, sino que si no se vacuna al menos al 70% de la población de todo el mundo, las vacunas ya administradas no serán efectivas contra las nuevas mutaciones del virus y todos los seres humanos perecerán, para beneficio del resto de las especies vivas. El último mes han fallecido en el mundo, en promedio, 12.181 personas CADA DÍA.

3. La corrupción, ineficiencia y anarquía en la administración de vacunas. Los nuevos privilegiados.

En las noticias internacionales que se difunden (y que hay que tomarlas con escepticismo habida cuenta que los medios de comunicación colectiva desde siempre han sido mentideros profesionales) se ve y lee que solamente Israel ha administrado las vacunas con eficiencia. Se ha visto también que en algunas partes se vacuna a los motoristas en fila a traves de la ventanilla de sus coches. Pero la imagen y la noticia más común es que larguísimas filas de personas aguardan por horas en el frío y la lluvia hasta ser atendidos, o sea que el nivel de ineficiencia de las “autoridades” linda con la absoluta inutilidad. Este mismo día, la fila de personas convocadas para ser vacunadas en el “Parque Bicentenario” de Quito llegaba al monumento al Labrador desde la entrada a la terminal del aeropuerto antiguo, y la persona que me lo comentó esperó desde las tres de la tarde hasta las 17:33.

En el Ecuador, luego de la exitosa vacunación de la mamacita del anterior Ministro de Salud en un centro geriátrico privado[4], se está desarrollando una campaña de mayor envergadura. Primeramente se publicitó una página web para que los ciudadanos se inscriban o registren, muy pocos pudieron hacerlo, la página se bloqueaba e incluso muchas personas que concurrieron a las ciudades desde las áreas rurales pagaron todo el día en locales con servicio de internet y no pudieron registrarse. Luego se anunció que los jubilados del Instituto de Seguridad Social -IESS- no necesitaban inscribirse porque el Gobierno utilizaría la base de datos de aquel. Se recibió un mensaje SMS en el teléfono móvil con el siguiente texto:

 

“MSP: Usted es parte de grupo prioritario. Su registro para la vacuna contra el COVID-19 ha sido creado. En los proximos (SIC) dias (SIC) recibira (SIC) su cita. +Info 171 op 5”

¡Tres faltas de ortografía y una de redacción en dos líneas!

 

Queda por conocer la definicion de “próximo” para el MSP o, tal vez, la palabra sin tilde indica otro grado de “proximidad”.

En fin, que se anunció que la primera fase estaría dedicada a los adultos mayores de 80 años y, a los pocos días, a los mayores de 70 años. Se supone que eso indicaba que la selección era un asunto meramente matemático, sin discriminación alguna en el interior de ese grupo, el único requisito era tener más de esa edad y, mayores de 80 años son las personas que tienen (o, más bien dicho, ya no tienen) 80 años un día y más, así que no hay que darle vueltas al número 80 ni buscarle cinco patas al gato para justificar la anarquía y los privilegios. En el interior de todo ese grupo matemáticamente seleccionado únicamente tienen prioridad las personas con enfermedades pre existentes, o comorbilidad, como dicen los médicos. Ninguno más.

Pero lo que realmente está ocurriendo es que se vacunan personas de cualquier edad, registradas o no, las que van sin que nadie les llame, las que gritan y reclaman, las que se cuelan en la fila, etc. Pero, además, se vacunan las que pertenecen a un grupo exclusivo denominado VIP (Very INDECENT People) que tienen algún privilegio de clase, de cuenta bancaria, de parentezco, de “prestigio” por haber engañado o esquilmado al país en algún período de gobierno, por pertenecer a una asociación que supone privilegios, etc., etc. O sea que se burla hasta a las matemáticas para evitar que todos los seres humanos sean iguales.

Según aquella “Declaración de los Derechos Humanos”, en todos los casos, situaciones o coyunturas, pero más aún en caso de la administración de una vacuna imprescindible para seguir viviendo, la madre del Presidente de la República tiene la misma prioridad que la madre del abacero de la esquina; la mujer de traje de seda tiene el mismo privilegio que la de pañolón o anaco; el esposo de la Ministra es igual que el esposo de la verdulera del mercado; el asambleísta es igual que el mendigo del barrio; el convicto de homicidio es igual que el juez que le condenó; la madre del Papa es igual que la madre del mismo convicto. Pero eso no ocurre, ¿verdad?, no ocurre en ninguna circunstancia, ni país, ni ha ocurrido jamás, ¿verdad?

Entonces, ¿para qué mierda hicieron esa declaración inútil?

Queda claro que para que ocurra lo que estamos viendo y repudiando, las personas que no pertenecen al grupo matemáticamente seleccionado, para ser vacunadas deben renunciar a su dignidad o, como dijo Hanna Arendt, renuncian a “ser personas”. ¿verdad? En serio, ¿vale la pena seguir viviendo si para ello hay que renunciar a la dignidad? ¿Hacer trampa, mentir, engañar, apelar a o esconderse en los privilegios, o tal vez a las coimas, para ser vacunado?

 

“Antiguamente , se acusaba a los tiranos de los delitos cometidos, mientras hoy se cometen atrocidades, imposibles en la época de Nerón, sin que se pueda acusar a nadie...

...el instinto, que en este caso sustituye al raciocinio...

...Sobre esta desigualdad, sobre la elevación de unos y humillación de otros, se basa, sobre todo, la facultad de los hombres de no percibir la locura de la vida actual, de su crueldad y de las mentiras que cometen unos y de quienes son víctimas los otros...

...Bajo la influencia de esta embriaguez (el autor se refiere a la embriaguez del poder, del servilismo y al embrutecimiento que estos producen), los hombres se creen que son especiales... que ya no tienen deberes humanos ordinarios...”[5]

 

Pero, claro, ¿cómo se puede esperar que los seres humanos sean solidarios a la hora de la administración de vacunas si en el supermercado se pelean a puñetazos, patadas y mordiscos por un rollo de papel higiénico?

El comportamiento criminal de los gobernantes de todos los países del mundo, al igual que el -también criminal- de los empresarios farmacéuticos, al igual que el -también criminal- de los que se pasan por encima de las tres normas simplísimas de seguridad, y al igual que el de los “sapos” que se pasan por encima de los que deben ser vacunados, todas esas perversidades podrían ser un mentís a la Teoría de la Evolución, en el punto en que afirma que los seres vivos tienen como fin primordial el de sobrevivir, puesto que es por demás seguro que esta vez sí -junto con el cambio climático- o todos sobrevivimos o nadie; si no se vacuna al mendigo de mi barrio no gano nada vacunándome yo, es más, a él debe vacunársele primero.

La humanidad ha perdido la última oportunidad de aprender a ser solidaria; ni siquiera por miedo a la ruina, al desempleo y a la muerte ha asimilado la lección.

¿Qué persona digna puede querer vivir un segundo más en esta nauseabunda sociedad?

“En cuanto a mí, bienvenida seas, liberadora muerte”.

Ya sabéis lo que podéis hacer con vuestra vacuna.

LMG. 2021-05-01



[1]En mi libro CRÓNICA DE UN GENOCIDIO se puede verificar las fechas específicas que arrojan esos resultados.

[2]EL CAPITAL EN EL SIGLO XXI. Thomas Piketty. Fondo de Cultura Económica. Primera edición electrónica 2014. Págs. 29 y 30. OJO: Este economista francés es actualmente uno de los más importantes teóricos del Capitalismo.

[4]El muy canalla fugó del país luego de administrar a su mamacita una dosis, no se percató de que se necesitan dos, y dejó a su progenitora abandonada con una sola.

[5]EL REINO DE DIOS ESTÁ EN VOSOTROS. León Tolstoi. Edición electrónica, págs. 271 y ss.