sábado, 14 de enero de 2017

MORFOLOGÍA URBANA, análisis crítico.

MORFOLOGÍA URBANA
(Primera Parte)

Leonardo Miño Garcés

Como es conocido, el Sistema Urbano tiene cinco componentes: funcionalidad, forma, técnica, ambiente y significado. En esta oportunidad voy a desarrollar con algún detalle el componente referido a la forma: la Morfología Urbana.
Varios autores se refieren a la morfología urbana como el “Tejido Urbano” y, en mi criterio, tienen razón, ya que mentalmente asimilamos la palabra “tejido” a una superficie textil. Y el tejido urbano es una urdimbre de múltiples mallas o “sub-tejidos” y obviamente, en su complejidad, no es una superficie de 2 dimensiones, sino que tiene (a saber) cuatro, como veremos más adelante. En cambio, hay otros autores que se refieren a todo el sistema urbano como una yuxtaposición de múltiples “tejidos”, en los que incluyen las redes de infraestructura, los equipamientos, las redes funcionales, etc. Si bien esos son también mallas, sus características esenciales no son morfológicas, por ello me parece que no es pertinente llamarlas tejidos. Así que en este artículo se utilizará la palabra “tejido urbano” para referirse exclusivamente a la forma de la ciudad en sus cuatro dimensiones.
Parece pertinente empezar por citar la definición de “morfología” que ofrece Wikipedia:
 “disciplina que estudia la generación y las propiedades de la forma, y que se aplica en casi todas las ramas del diseño”.
De manera que debemos tratar dos aspectos: cómo se generan y cuáles son las propiedades de la forma, en este caso, de las ciudades, o sea de la imagen o el paisaje urbano.
Empecemos por los distintos tipos de formas (o mallas formales) que existen en las ciudades:

1.      LA RED VIAL O TRAMA URBANA O TRAZADO URBANO
Es decir, el trazado de las calles o los ejes de las calles. Así se comienza a generar la  forma de la ciudad, sea de manera voluntaria y diseñada de antemano o por la necesidad o determinación de acomodarse a la geografía (el perfil de un río, de la costa, la geomorfología del terreno) o a la topografía.
Aunque también en la historia se han dado situaciones en las que la cultura o las necesidades de defensa han determinado al trazado urbano. Por ejemplo, en la Edad Media, las necesidades de defensa de la ciudad obligaban, en algunas circunstancias, a configurar la ciudad o el asentamiento de manera de poder defenderlo de manera más eficaz. Un trazado irregular, con múltiples curvas y vericuetos ayudaba a la defensa, porque las tropas enemigas no podían saber con qué se iban a encontrar a la vuelta de la esquina. (En la novela Baudolino, de Umberto Eco, se encuentra una descripción muy gráfica y graciosa de esta circunstancia histórica)
También la cultura, religión o idiosincrasia de un grupo social o étnico específico han determinado la forma de la ciudad. Por ejemplo, en la cultura musulmana, puesto que los espacios públicos son de menor importancia, de poca concurrencia, a diferencia de los privados, la ciudad “vive” dentro de las parcelas y de las casas, pero las calles son poco concurridas (a excepción de los zocos y alrededor de las mezquitas); por ello el trazado resultante es irregular, orgánico, que a algunas personas les parece “caótico”.
Otra circunstancia que ha determinado la forma del trazado urbano ha sido el clima o las condiciones ambientales. Por ejemplo, en las costas mediterráneas en la estación de verano el sol es inclemente y la temperatura puede llegar o subir de los 50 grados centígrados. Esto ha obligado a hacer las calles estrechas, de manera que las fachadas urbanas produzcan sombra, refresquen el ambiente y alivien el tránsito de los peatones por las calles.
Las calles rectas y largas pueden producir túneles de viento, que molestan a los peatones y bajan la temperatura ambiental o, al contrario, las calles con giros frecuentes (“tortuosas”) alivian ese impacto de los vientos.
Similarmente, una calle muy amplia y larga puede producir una impresión de monotonía, de un paisaje uniforme, mientras que las calles sinuosas invitan al paseo porque nunca se sabe con qué se va a encontrar en el siguiente giro, lo que hace más interesante el paisaje urbano y más atractiva la ciudad.
Ahora bien, esta primera trama puede tener otra característica, y es que las calles pueden ser, y generalmente son, de anchos diferentes, lo que obviamente producirá morfologías diferentes, que van variando conforme transitamos por ellas y que, tendrá como resultado morfologías diferentes en la volumetría total.
De manera que, en síntesis, se han producido dos tipos de trazado urbano, uno geométrico (regular o irregular) y otro orgánico.

Trazado geométrico irregular 


Trazado orgánico. (Imagen obtenida de Google)  

                               
Ejemplos de trazado       orgánico tortuoso:
Colmar, Alsacia. Francia.



1.      







Trazados orgánicos: Equisheim, Francia. Rothembur de Tuber, Alemania.

2. LA TRAMA MANZANERA
La segunda trama que se produce, en el interior de la anterior, es la trama manzanera. Obviamente, si definimos una “manzana” o “bloque” como una isla urbana rodeada de calles, solamente tendremos una trama manzanera en un trazado geométrico, ya que en el orgánico no se produce la isla, no se cierran los bloques de vivienda, sino que pueden tener continuidad los unos con los otros, con callejones sin salida o curvas de retorno, etc. Pero, incluso en este caso, aquellos bloques de vivienda son un componente diferente de la trama vial.



La trama manzanera (en rojo) en el interior de la trama vial (en azul).
Las calles tienen anchos diferentes, con trazados muy desiguales y plazas sin forma definida. Este plano se encuentra en muchas ciudades musulmanas y de numerosas ciudades medievales de Europa que crecieron de manera desordenada y sin planificación previa”

Aquí tenemos un trazado más bien orgánico. Como indica la fuente los anchos de calles son diferentes; hay calles continuas y callejones ciegos; pero además no hay dos manzanas de igual forma, hay una gran heterogeneidad en la morfología. Como puede imaginarse, la ciudad puede resultar muy atractiva por su heterogeneidad, al caminar por ella el paisaje va cambiando y a cada paso se va descubriendo nuevas imágenes.

La forma de las manzanas en el plan original del Ensanche de Barcelona, de Ildefons  Cerdá. https://barcelonawiths.files.wordpress.com/2014/07/pla-cerda.jpg

                  En esta imagen se ve el diseño original de las manzanas en el plan original del Ensanche de Barcelona, de Ildefons Cerdà que, en la realidad no se aplicó y se cerraron todas las manzanas. Como puede imaginarse, si se habría aplicado el plan original la ciudad habría tenido una morfología muy diferente de la actual; habría tenido una mejor proporcionalidad entre el espacio construido y el verde, más transparencia, más comunicación visual y física entre los espacios públicos y los privados, etc.


Imagen de la realidad actual.

La imagen muestra la realidad actual, con todas las manzanas cerradas, una altísima densidad edificatoria, ninguna porosidad ni transparencia, separación física total entre el espacio público y el privado, etc.
 Los ejemplos presentados ilustran de una buena manera cómo la forma de la trama manzanera influyen en la morfología urbana.

3.  LA DIVISIÓN PARCELARIA EN EL INTERIOR DE LAS MANZANAS
Así como el trazado de las calles determinó la configuración de las manzanas, esta a su vez va a determinar la división de las parcelas en su interior; la cual obviamente va a depender no solamente de la forma sino de múltiples condicionamientos, tales como la clase social o el poder adquisitivo de los propietarios, la heterogeneidad de los residentes, el paso del tiempo que va provocando la división de las familias y, en ciertos casos, la división de la parcela original para dar acomodo a las nuevas familias; el cambio del uso del suelo en el sector, que puede traer como consecuencia una mayor rentabilidad de unas edificaciones en desmedro de otras y la consecuente ampliación de unas parcelas por integración con otras; las regulaciones urbanas emitidas por el ayuntamiento, etc.

La trama parcelaria, en el interior de las dos tramas anteriores.

División de las parcelas en las manzanas del Plan original de Ildefons Cerdá en Barcelona. http://blousteinreview.rutgers.edu/wp-content/uploads/2015/04/Apodaca-image-2.jpg

            Si bien desde la forma, dimensiones y proporciones de las manzanas ya se está determinando la densidad edificatoria de la ciudad (y, por lo tanto, uno de los aspectos de su morfología), este aspecto está más determinado por la forma, dimensiones y proporciones de las parcelas en el interior de las manzanas. Además, las regulaciones municipales respecto de los retiros entre edificaciones, alturas de las mismas, etc., que deben aplicarse en cada parcela, va a determinar la porosidad, transparencia y textura volumétrica de la imagen urbana.
            La división regular y uniforme de la manzana en lotes iguales tiene el peligro de producir una imagen monótona, poco atractiva, e impersonal; lo que puede dificultar la apropiación del ámbito urbano por parte de sus residentes; a menos que la arquitectura de los bloques construidos sea diversa.

4.     LA FORMA Y UBICACIÓN DE LAS EDIFICACIONES EN LOS LOTES

A este componente se le suele denominar “forma de ocupación del suelo” y, básicamente, se producen las siguientes formas, determinadas por regulaciones municipales:
-       Corrida sobre línea de fábrica: las edificaciones se ubican en el borde frontal del lote o parcela, van todas juntas o adosadas las unas a las otras, y suelen tener la misma altura de edificación. Esta forma está ilustrada en la manzana central inferior del dibujo.
-        Pareada sobre línea de fábrica: significa que dos edificaciones de lotes adyacentes van adosadas entre sí y se construyen en el borde frontal del lote o parcela. Esta forma está graficada en varios lotes de la manzana derecha inferior del dibujo.
-       Pareada, con retiro frontal y lateral: o sea que, las edificaciones se construyen de manera similar a la forma anterior, pero se retiran de la línea de fábrica, o sea que mantienen un retiro frontal hacia la calle y, obviamente, un retiro lateral.
-       Sobre línea de fábrica con retiros laterales: Cada edificación se ubica sobre el borde frontal, pero aislada, es decir que mantiene retiros laterales respecto de las vecinas.
-       Aislada: cada edificación se construye con retiros hacia los 4 límites del lote.
-       Adosada a un costado y con retiro frontal: la edificación tendrá retiros hacia la calle, el fondo y uno de los lotes laterales, y se adosará a un costado. Puede o no ser pareada con su vecina.
-       Al fondo del lote: la edificación se adosará al fondo del lote. Esta situación suele producirse en el caso de lotizaciones o fragmentaciones populares, y se explica puesto que el propietario tiene que construir las 3 paredes que separan el lote de sus vecinos para afirmar su propiedad o tomar posesión de ella, con lo cual sólo le falta una pared para cerrar también su vivienda.
-       Etc.
Por supuesto que las edificaciones tienen diferentes formas, no todas son rectangulares, aunque la mayoría son poligonales.
En esta malla ya se va configurando la tercera dimensión de la morfología urbana, el volumen; con sus características de densidad edificatoria, porosidad y transparencia. Por supuesto que las edificaciones tienen diferentes formas, no todas son rectangulares, aunque la mayoría son poligonales.
Respecto de esta malla de la morfología urbana es de mucha importancia mencionar que el dimensionamiento de los retiros entre edificaciones tiene enorme importancia por sus efectos ambientales y de salubridad, así como sociales, sicológicos y similares; en relación con las alturas de las edificaciones.
En efecto, es evidente que no producen las mismas características ambientales dos edificaciones de un piso de altura retiradas entre sí 6 metros (3 metros hasta la pared medianera y 3 metros desde ella hasta la edificación vecina), lo que suele ser común en las ciudades, que los mismos 3 metros de retiro entre dos edificaciones de diez pisos.
Esta situación absurda suele producirse en los procesos de renovación urbana, en que se van derrocando las viviendas unifamiliares de uno y dos pisos y son reemplazadas por edificios de 8 o más pisos, pero conservando los mismos retiros originales. En la situación original el sol bañaba las fachadas y penetraba en los espacios, con su efecto de salubridad, eliminación de agentes patógenos y de la humedad; existía privacidad sonora y visual entre vecinos, y la ventilación de los espacios era óptima. En la segunda situación el sol apenas alcanza a bañar las plantas altas y sólo penetra en los espacios de las mismas, dejando en penumbra, humedad e insalubridad las plantas bajas; no hay privacidad sonora ni visual entre vecinos, y la ventilación de los espacios es precaria, puesto que el aire viciado no es succionado debido a la inexistencia de corrientes de aire en los pozos producidos entre los bloques altos.
Por esas y otras razones de la misma naturaleza, el dimensionamiento de los retiros entre edificaciones debe ser proporcional a la altura de las mismas. Estudios experimentales y de laboratorio han demostrado que una buena proporción es 1:1, es decir que el retiro entre edificaciones debe ser igual a la altura de las mismas. Claro que eso baja la densidad y disminuye la rentabilidad de la operación inmobiliaria especulativa, pero eleva la calidad de las condiciones ambientales y de salubridad de los habitantes, así como la calidad ambiental, morfológica y paisajística de la ciudad.

Fin de la Primera Parte. 





   

















4 comentarios:

  1. Roberto Carlos Bastidas Meza17 de enero de 2017, 7:26

    Una breve y concisa introducción estimado arqutitecto, lo felicito por mantener activo su blog y seguiré con las partes siguientes sobre este tema que se debría enseñar a profundidad en las escuelas de arquitectura de la ciudad. En la actualidad los arquitectos solo piensan en su obra para que resalte y sea cada vez más una suerte de escultura dejando de lado el entorno urbano y sin pensar en los elementos que menciona como componentes de la morfología urbana.
    Una pequeña observación nada más, cuando menciona la ocupación sobre línea de fábrica con retiros laterales, desde mi punto de vista el título lo dice todo, quizá pueda omitir el termino aislada de esta parte ya que una ocupación aislada se entiende como retiro de todos los bordes del predio. Eso nada más.

    Saludos estimado arquitecto.

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    1. Gracias por su comentario, mi estimado Roberto. Respecto de su observación, la "ocupación sobre línea de fábrica con retiros laterales" es diferente de la ocupación "aislada", justamente en que esta última tiene retiros hacia todos los costados (cuatro o más), mientras que la anterior no está retirada de la línea de fábrica, o se que mantiene retiros solamente a sus costados laterales y posterior. Un abrazo.

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  2. Me olvidaba de un comentario, Roberto. En los últimos meses he encontrado que varias edificaciones famosas de Quito son copias casi exactas de las originales ubicadas en otros países. O sea que al "arquitecto" famoso de Quito no le importó ni respetó la morfología urbana de la ciudad ni la cultura de su población, sino solamente llamar la atención y encandilar a un público falto de cultura y subir sus honorarios. Una verdadera vergüenza.

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  3. Arquitecto de esos casos hay algunos que prácticamente reproducen lo que encuentran en libros y revistas. La afectación en la morfología urbana también se da por que muchos proyectos como usted comenta no respetan morfología de la ciudad y normativa, sin embargo no reciben sanción y siguen haciendo "ciudad".
    Saludos

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