sábado, 25 de septiembre de 2021

CARTA A UNA JOVENCITA DE QUINCE AÑOS

Buenos días niñita (o jovencita) muy querida.

Espero que te encuentres muy bien.

            Quiero contarte la historia de una niñita -que tenía tu edad- que recibió un disparo en la cabeza; felizmente los médicos pudieron salvarle la vida.

            Te preguntarás cómo puede haber gente tan malvada para poner una pistola en la cabeza de una niñita y dispararle un tiro. Pues te cuento que la odiaban tanto como para querer matarla solamente por una razón: porque esa niñita quería estudiar.

            Tal vez creas que me estoy inventando una historia espantosa para asustarte.

            Pues te cuento que eso sucedió realmente, una niñita no pudo soportar que le prohibieran estudiar y decidió desobedecer la orden, salir a la calle a protestar y exigir su derecho a estudiar y, por eso, le pegaron un tiro en la cabeza. O sea que no tuvo miedo de poner su vida en peligro para que la dejen estudiar.

            Su nombre es Malala, nació en Pakistán. Eso ocurrió el 9 de octubre del 2012 cuando tenía 15 años. Por su heroísmo, determinación y lucha para defender los derechos de las niñas y mujeres de su país, le dieron el Premio Nobel de la Paz en al año 2014, a los 17 años.



¿Puedes imaginarte que, en cambio, haya personas que voluntariamente no quieran estudiar? ¿Mientras unas prefieren morir a no estudiar, crees que sea posible que otras decidan voluntariamente no estudiar?

            Junto a ese mismo país, en Afganistán, en estos días, nuevamente el gobierno ha decidido que las mujeres deben casarse con los hombres que disponga el gobierno, que solamente deben estar metidas en la cocina y a disposición de los maridos para tener hijos. Que no sirven para nada más. Y a las que quieran estudiar y trabajar, pues simplemente las matan. ¿Te gustaría vivir en ese país?

            Tú ya debes haberte dado cuenta que este es un mundo en el que los hombres deciden lo que es -según ellos- “lo mejor” para las mujeres, que siempre y en todos los sitios y ocasiones las mujeres son menospreciadas, discriminadas, ofendidas, agredidas de palabra y obra, e incluso masacradas. Seguramente sabes que desde hace varios siglos muchas mujeres han luchado, les han encarcelado, torturado y han perdido su vida para cambiar esa situación. Sin duda las condiciones para las mujeres han mejorado muchísimo pero de todos modos sigue existiendo una perversa discriminación contra ellas.

            También supongo que sabes que desde enero del año pasado, debido a la paralización de la economía por la pandemia, miles de millones de personas en todo el mundo han perdido sus trabajos, han sido arrojadas a la calle a mendigar para poder comer un mugroso pedazo de pan cada día.

            En todas las épocas y en todos los países del mundo el número de puestos de trabajo es inferior al número de trabajadores, es decir que hay más trabajadores que puestos de trabajo, siguen naciendo mas trabajadores pero sigue disminuyendo el número de trabajos. Así que siempre hay desempleo. Y, cuando una empresa tiene problemas bota a la calle a muchos de sus trabajadores. ¿Sabes a cuáles bota primero? Los bota en este orden:

-       A los menos capacitados,

-       A las mujeres,

-       A los de mayor edad.

O sea que los menos capacitados, si además son mujeres, la pasan fatal. Tienen dos de los tres boletos “premiados” para perder.

            ¿Cuáles son los menos capacitados? Te pongo en orden de capacitación, desde los más capacitados hasta los menos:

1.     Los que tienen varios Doctorados,

2.     Los que tienen un Doctorado,

3.     Los que tienen varias Maestrías,

4.     Los que tienen una Maestría,

5.     Los que tienen varias Especialidades,

6.     Los que tienen una Especialidad,

7.     Los que tienen un grado universitario,

8.     Los que han terminado el bachillerato,

9.     Los que no han terminado el Bachillerato,

10.  Los analfabetos.

 

            O sea que, SIEMPRE, pero más que nada en estos años de pandemia (la cual no se sabe si acabará alguna vez) la muchedumbre de desempleados está compuesta fundamentalmente por las personas de los grupos 9 y 10. Y, para mayor desgracia, si perteneces a cualquiera de esos grupos, y además eres mujer, te botan a la calle primero.

            Si se presentan a solicitar un puesto de trabajo un hombre y una mujer, contratan al hombre; y si contratan a los dos, a la mujer le pagan mucho menos a pesar de que realice el mismo trabajo.

            Hay muchísimas jóvenes de tu edad que lloran lágrimas de sangre porque deben dejar de estudiar para buscarse cualquier trabajo precario para ayudar a que sobreviva su familia, y ese abandono de su educación les condena a vivir siempre en la miseria.

            O sea que tú, mis nietas y todas las mujeres del mundo están en la peor de las situaciones: primero, son mujeres y, segundo, si no alcanzan los más altos grados de capacitación, ya pueden ir preparándose a mendigar en la calle para poder comer cada día un mugroso trozo de pan porque, si tienen trabajo, cualquier día las despiden.

            Además de esa situación, que ha ocurrido siempre, actualmente el desarrollo de la tecnología de la informática, que te permite tener un teléfono móvil y una computadora, hace que muchísimos trabajos puedan ser efectuados por una máquina; y las máquinas no comen, no ganan sueldo, no piden permisos por enfermedad, no hay que pagarles la seguridad social, no piden vacaciones, ni nada de eso, por lo cual es preferible emplear  a una máquina que a una persona.

            Por ejemplo, las farmacias están destinadas a desaparecer. En los próximos años bastará presentar una receta e introducir una tarjeta de crédito en una máquina automática ubicada en cualquier calle; la máquina escaneará la receta expedida por un medico, leerá el código de la tarjeta de crédito y arrojará las cajas de pastillas por un hueco. Con lo cual desaparecerán las farmacias, con todos sus empleados, los cuales irán a la calle a mendigar. Trabajos mucho más complicados como los de un banco ahora se realizan mediante cajeros e internet. Cuando yo era joven los bancos tenían miles de empleados, mientras que ahora yo no he ido a un banco desde hace varios años, todo lo resuelvo por internet. De manera que los empleados de los bancos son mucho menos que antes. Y, como los niños siguen naciendo, cada día aumenta el número de desempleados.

            Actualmente los aviones no necesitan pilotos, son las computadoras las que hacen volar a los aviones; se pone pilotos y copilotos sólo por si se produce alguna eventualidad. Los grandes camiones que transportan mercaderías por todos los Estados Unidos no necesitan conductores, son las computadoras las que los manejan. Los teléfonos móviles son fabricados por máquinas, las computadoras igual, y los chips que controlan esos aparatos, igual.

            Así que los desempleados ya son miles de millones, y cada día que pasa ese número sigue aumentando.

            Todo ello seguramente te dará una idea -y más vale que no sea una idea sino una convicción- de que si no te aseguras de pertenecer a los dos primeros grupos de los más capacitados, que puse arriba, ya puedes estar segura de que lo vas a pasar muy, pero muy mal.

            Hace un par de meses un padre de familia me contaba muy contento que le había dado un regalito a su hija por “sacar buenas notas”. Me puse furioso y le respondí que yo nunca había dado un premio a ninguno de mis hijos por “sacar buenas notas”, sino que les había dado palo por no sacarlas. Unas buenas nalgadas que les impedían poder sentarse una semana. Y, cuando yo era niño, las nalgadas dolían tanto que no podíamos sentarnos durante quince días. Bueno, a mi nunca me las dieron porque yo nunca fui tan burro. Así como era imposible regresar del colegio a casa con tres orejas, era imposible regresar con malas notas.

            Pero, claro, nuestros padres no empezaban dándonos palo, empezaban dándonos ejemplo, luego nos introducían en el maravilloso mundo del saber, luego nos relataban y advertían descarnadamente el funcionamiento de la sociedad en la que íbamos a vivir y, sólo si demostrábamos ser más cerrados que un bombillo eléctrico, procedían a zurrarnos. Así que el proceso de aprendizaje era largo.

            En la escuela, cuando no estudiábamos, los mismos profesores nos decían que a los vagos y holgazanes los botaban a la calle, porque había muchos niños afuera queriendo entrar y no podían porque tenían que trabajar o no había cupo; así que a los vagos les botaban a la calle para que puedan entrar a esos niños.

            Cuando mi hijo tenía cinco años se presentó en casa con una mala nota, enseguida le cogí de las orejas y le puse en la ventana, para que vea a un niño de su edad trabajando en la construcción de una casa cargando ladrillos, y le dije que si me traía otra mala nota le ponía a trabajar con ese niño a cargar ladrillos. O le cambiaba con ese niño, porque no era justo que unos niños trabajen como mulas y otros holgazaneen en su casa. Con esa advertencia nunca más se atrevió a traerme malas notas.

            Cuando mi otra hija decidió que, acabado el bachillerato, quería pasarse un año descansando, su madre se puso como un huracán del Caribe, le dio un par de gritos y le dijo que ese mismo momento se iba a inscribir en la universidad para rendir los exámenes de ingreso. Ella salió corriendo a pedir cupo en la universidad para dar los exámenes.

            En cambio, mi otra hija nunca dejó de estudiar, hasta ahora; siempre le gustó leer y estudiar, hoy es la mejor profesora de Colegio del país y, sin embargo, los empresarios dueños del colegio donde trabaja -como todo empresario del mundo- son unos piratas ladrones y no le pagan bien. Con lo cual debes darte cuenta de que nunca es suficiente, siempre tienes que estudiar más, siempre tienes que saber más que todos los demás. Debes saber más que los demás y, además, lo que no saben los demás.

            Ahora los tres son profesionales trabajadores y responsables, simplemente porque sus padres no les permitieron hacer lo que les diera la gana. O se ponían las pilas y se espabilaban o lo pagaban caro. No había alternativa. Era más fácil presentarse con tres orejas.

            Y nosotros, antes de casarnos y antes de tener hijos, primero consultábamos la cuenta del banco y nuestras reales posibilidades y situación económica, para asegurarnos de tener suficiente dinero para pagar una buena alimentación, salud, vestido, vivienda y, fundamentalmente, una buena educación y capacitación para los hijos que iban a venir al mundo. No podíamos ser tan estúpidos como para traer hijos a este puto mundo a morirse de hambre, como sólo proceden los perros.

            El mundo que te tocará vivir es tan asqueroso que, además de capacitarte profesionalmente al máximo nivel, debes ser experta en defensa personal, para romper todos los huesos a los gamberros que se te aproximen demasiado. O, ¿acaso no te has enterado de las pandillas de gamberros que agreden a las mujeres cada día en todo el mundo? 

            Pero, inclusive, estudiar y aprender solamente para tener un buen trabajo es un objetivo muy limitado y muy triste; es como vivir para trabajar, en lugar de trabajar para vivir.

            El principal y trascendente objetivo de estudiar y aprender es CONOCER, SABER, arrancarle a la naturaleza sus secretos. Saber y conocer es la actividad más hermosa de la vida, o tal vez, la única.

            Nunca olvidaré la satisfacción que me produjo en el Colegio demostrar por mi cuenta un teorema de la Geometría; solucionar una ecuación; ponerle un problema al profesor y verle rascarse la cabeza y prometer que “mañana traería la respuesta”, etc., etc.; y, luego, conocer el origen del universo y de la vida; saber cómo funciona el cerebro; descubrir que los alquimistas de la Edad Media tenían razón pero carecían -y todavía carecemos- de la tecnología para hacer realidad sus deseos; conocer qué es el ADN, dónde está, qué son los telómeros y por qué ahí está la explicación de por qué morimos; saber que los anti-vacunas y los terraplanistas son unos imbéciles perfectos, etc., etc.

            ¡Una pareja de graduados universitarios fue tan tonta que creyó que si apagaban las luces de la casa los rayos no caerían sobre ella! Mira cómo sus grados universitarios y sus buenos empleos no les sirvieron para dejar de ser bobos. ¡No sabían por qué caen rayos en medio de una tempestad! Y estaban procediendo igual que un niño que se tapa los ojos creyendo que así no lo encontrarán.

            Tú, ¿puedes responder a las siguientes preguntas?

            Mira, algunas las he copiado del libro: LAS GRANDES PREGUNTAS DE LOS NIÑOS y las sencillas respuestas DE LOS GRANDES EXPERTOS, Gemma Elwin Harris (Compiladora)

            (Sólo valen las respuestas respaldadas por la física, la química y la biología).

-       ¿Por qué llueve?

-       ¿Por qué unas veces llueve sin que caigan rayos y otras con rayos, truenos y centellas?

-       ¿Por qué primero vemos los rayos y luego oímos un estruendo?

-       ¿Por qué se producen los rayos?

-       ¿Por qué si tengo frío una noche, eso demuestra que el universo morirá y explica por qué?

-       ¿Por qué hierve el agua?

-       ¿Por qué, cuando hierve el agua, suben gotas del fondo de la jarra hacia la tapa?

-       ¿Por qué esas gotas son esféricas?

-       ¿Por qué las gotas de agua tienen una punta hacia arriba hasta que caen y en una cápsula espacial son esféricas sin ninguna punta?

-       Si los autos han producido millones de muertos y heridos y las arañas muy pocos, ¿Por qué tenemos miedo de las arañas y no de los coches?

-       ¿Por qué los coches circulan por la derecha?

-       Y, ¿por qué hay países en que circulan por la izquierda?

-       ¿Por qué lado de la carretera deberían circular?

-       En tu cuchara sopera, ¿por qué si miras por un lado tu imagen está invertida y si miras por el otro está normal?

-       ¿Por qué se produce el arco iris?

-       ¿Por qué las noches de luna llena son frías?

-       Hay canciones que ponen: “libre como el viento”, ¿por qué esa frase es equivocada?

-       ¿Qué es el efecto invernadero?

-       ¿Qué es el calentamiento global y por qué se produce?

-       ¿Por qué tenemos hipo? 

-       ¿Cuándo vemos el pasado?

-       ¿Por qué son redondos los planetas?

-       La Tierra, ¿es plana o esférica? ¿Puedes demostrar tu afirmación?

-       ¿Por qué hay gente cruel?

-       ¿Cómo hacen los árboles el aire que respiramos?

-       ¿Por qué hay personas con distintos colores de piel?

-       ¿Por qué hay personas con distintos colores de ojos?

-       ¿Por qué está tan caliente el sol?

-       ¿Algún rato, ¿el sol se enfriará? ¿Cómo ocurrirá eso?

-       ¿Qué significa la frase: “los hombres, como los gatos, caen siempre parados”? (Aquí cabe una respuesta con argumentos sociológicos.)

-       ¿Por qué las niñas tiene hijos y los niños no?

-       ¿Por qué no vivimos para siempre?

-       ¿Cómo llega el agua a las nubes para que pueda llover?

-       ¿Por qué el cielo es azul?

-       ¿Por qué cambia de forma la Luna?

-       ¿De dónde salió la primera semilla?

-       ¿Cómo vuelan los aviones?

-       ¿Por qué es cierto que las vacas contaminan la atmósfera?

-       ¿Qué es la electricidad y por qué emiten luz las bombillas?

-       ¿Qué puedes hacer si estás en un barco sin comida y sin agua?

-       ¿Por qué te aburres?

-       ¿Por qué unas bacterias nos enferman y otras nos mantienen sanos?

-       ¿Por qué se enciende el fuego?

-       ¿Por qué es salada el agua del mar?

-       ¿Qué fuerza empuja el agua del mar para que se produzcan las olas?

-       ¿Por qué las olas del mar empujan el agua hacia la costa y luego el agua regresa?

-       ¿Por qué los hermanos siempre se pelean?

-       ¿Quieres que te haga más preguntas?

 

            ¿No supiste las respuestas a la mayoría de las preguntas?

            Muchos niños y niñas de tu edad sí las saben, entonces empezaste el partido perdiendo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario